(( C · 20 ))

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— El dorso de tu mano está brillando.

— Lo sé, Ocarina.

— ¿Sabes lo que significa?

— Si alguno de nosotros lo supiese, no estaríamos entrando en pánico.

— Bueno, ya está bien —se quejó Zeit— estáis teniendo un diálogo de besugos que no os va a llevar a ninguna parte.

Sí, bueno, también había que tener en cuenta que eran los más jóvenes del grupo, era normal que se comportasen de manera infantil y en cualquier momento. No se podía tampoco negar que era molesto, claro, la situación no estaba para ese tipo de cosas. Pero nuevamente, no es algo que puedieran evitar.

— Escuchad, es obvio que pase lo que pase, tiene que ser cosa de Sekai, así que no vamos a discutir ahora sobre esto, lo mejor es intentar detenerla primero —explicó Iraito, a pesar de que ella fuese la que menos calmada estaba— ya que seguramente sea la única que nos pueda dar respuestas.

Eso era lógico, claro. Todo este desastre lo había causado Sekai, así que ella sería la que supiera el por qué de todo lo que ocurría. A pesar de que, anteriormente habían mencionado algo relacionado con la Ocarina del Tiempo, pero también tenían sus sospechas en cuanto a ello.

Los demás se limitaron a asentir, volviendo a avanzar como podían.

Pero claro estaba, Majora no lo iba a dejar de lado así como así.

Él mismo miraba constantemente el dorso de su mano y como, lo que se suponía que era, la Trifuerza de La Sabiduría, brillaba. Aunque sentía que lo hacía cada vez con más fuerza, lo cual le incomodaba aún más. Algo iba a pasar en cualquier momento, no estaban dando un paseo.

De repente, varios de ellos tuvieron que apartar la mirada, pues el símbolo comenzó a brillar demasiado. Al punto que la luz ya no era de ese color amarillo, sino totalmente blanca.

Cuando paró y volvieron a mirar, el símbolo seguía ahí, pero ya no brillaba.

Y lo más inquietante, escuchaban una voz femenina cantar, sonido el cual retumbaba en toda la habitación y el eco era muy notable.

Miraron a todos lados, pero no podían ver de dónde provenía la voz, mas sin embargo, una entidad femenina salió a la vez de las armas que portaban tanto Toon como Majora.

— ¡Fay! —exclamó Ocarina, señalándola.

La mencionada solo asintió con la cabeza, para depués fijar su mirada en las chicas, analizándolas de una en una.

— Calculo un 95% de probabilidades de que seais reencarnaciones de mi creadora, Diosa Hylia —comentó, elevándose un poco en el aire— solo dos de vosotros me conocéis, pero este no es momento para presentarme, por lo que aceleraré el proceso.

Tanto Iraito como Zeit la miraban con sorpresa, Tetra, sin embargo, le dio algún que otro toque a Toon en el hombro, por curiosidad.

— Se parece a la Reina de Las Hadas.

El chico se llevó una mano al mentón, pues sí que se daba un aire. Aunque no se atrevió a hacerle ninguna pregunta, pues aún continuaba hablando con aquella voz tan estática.

— Soy Fay, el espíritu de la Espada Maestra, creación también de la Diosa Hylia —hizo una pausa, elevándose aún más arriba, quedando exactamente a la mitad entre el suelo y el techo— el canto que estáis escuchando ahora es uno que aprendió mi amo hace un tiempo: Sabiduría de Nayru —nuevamente les estaba mirando de uno en uno, lentamente— pero con una ligera alteración, y es que está al revés.

❛ Accident ❜ )) The Legend of Zelda [ AU ]Where stories live. Discover now