❛ Accident ❜ )) The Legend of Zelda [ AU ]

(( C · 18 ))

— ¿Seguro que vas bien, Tetra? —preguntó Zeit, por décima vez en el corto camino que habían recorrido.

— Otra vez, que sí, ¡estoy perfectamente!

— Si lo estuvieras, podrías caminar.

— No, yo- no me refería a eso-

Esa corta discusión fue interrumpida por Iraito, quien levantó la mano de manera que guardasen silencio. Y eso hicieron, pues estuvieron durante un par de momentos escuchando atentamente a lo que no podían escuchar cuando hablaban.

Sonidos que se repetían una y otra vez, algo así como una caja de música. Y todo empeoró cuando pararon y cambiaron por una voz ya conocida.

— ¿Qué? ¿Os gusta la alarma? —dijo Sekai, pero sin mostrarse en ningún lugar, solamente escuchaban su voz— solo espero que así prestéis más atención cuando os hablo, cotorras.

Fue Ocarina el que habló, aunque de forma impulsiva.

— ¡¿Dónde están los demás?! ¡Es obvio que les has hecho algo!

Se escuchó una especie de gruñido por parte de la rubia, la cual no veían por ningún lado.

— Para tu información, solamente llegué a medio-raptaros a ti y al payaso de las máscaras.

Majora carraspeó, al ver que Ocarina arqueaba una ceja.

— Creo que se refiere a mí.

Y una risita algo burlona se escuchó en eco.

— El caso, es obvio que lo que queréis es detenerme, pero, ¿para qué?

Se miraron los unos a los otros, sin comprender del todo.

— Pues para evitar que te cargues el universo... ¿no?

— ¡Tetra! —la regañó Toon, indicándole que no tendría que haber dicho esto.

Pero esta vez, la respuesta que recibieron no fue una risita burlona, sino una más... tétrica.

— ¿Por quién me tomas? Para vuestra mala suerte, no soy ese típico villano de los cuentos de hadas que quiere dominar el mundo con un graaan poder —hizo una pausa, de forma que las palabras se escuchasen en eco— yo solo quiero unirme a la realidad.

Iraito frunció el ceño, murmurando algo para sí misma antes de que fuera su turno de responder.

— Explícate.

Zeit la miró fijamente, preguntándole sin palabras qué quería que explicase, como si lo que habían oído no hubiera sido suficiente. Pero para la castaña no lo era, ni de lejos lo era.

Sekai no tardó en responder, aunque esa supuesta respuesta solo les llevó a más dudas.

— "No-existir" es algo aburrido, ¿sabéis? Ni los fantasmas están en un trance tan repetitivo.

Nuevamente, fue Iraito la que reaccionó, aunque fue debido a sus propios pensamientos el por qué lo hizo, retrocediendo de forma que pisara fuerte en el suelo, haciendo un ruido que lo habrían escuchado desde kilómetros.

— Oye, cuidado con las paredes, hay trampas por todas partes.

Majora frunció nuevamente el ceño, llevándose una mano al mentón pensativo. Pero no por eso fue él el que respondió, ya que Sekai no había terminado de hablar.

— No voy a permitir que me impidáis ser una más como vosotros, no lo quisisteis por las buenas, así que me voy por el otro camino, ¡las malas!