Capitulo 8-Primera cita.

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Por la noche después de llegar a su casa se preparo para tomar una ducha, reviso su vestidor, opto por un modelo informal: Remera blanca con manga murciélago, jeans de botamanga ancha, sandalias de gamuza con plataformas de color marrón, cartera y accesorios de color marrón para combinar. Se baño seco el pelo y opto por planchárselo para cambiar un poco, cuando ya estaba casi lista escucho el timbre de la casa, por lo que se dio cuenta  que Daniel ya había llegado a buscarla, así que tomo su cartera y bajo, cuando llego al living de su casa, Daniel y su papá estaban sentados conversando y tomando algo. Ella todavía no sabía cómo reaccionar ante la presencia de él en su casa, y como él no era nada ingenuo decidió tomar la iniciativa se levanto la tomo de la cintura y le dio un corto aunque muy significativo beso en los labios.

–Hola Caro, estas muy linda.

–Gracias. ¿Ya  nos vamos?

–Si vamos. Carlos, Gracias por la copa, nos vemos mañana, no te preocupes que no regresamos muy tarde.

–Vayan tranquilos que yo tengo muchas cosas que hacer y prefiero que Caro salga a divertirse. Nos vemos.

A Carolina no se le había pasado desapercibido lo bien que estaba vestido Daniel. Un pantalón de vestir negro, una hermosa chomba lacoste que dejaba más que a la vista el cuerpazo que tenía su futuro esposo, él tenía mucha razón la noche pasada cuando le dijo que tenía mariposas en el estomago cada vez que estaba cerca de él. Llegaron al cine compraron pochoclos y gaseosas y entraron, Daniel había comprado entradas al fondo de la sala porque quería pasar tiempo a solas con ella.

-Bueno princesa vamos a sentarnos.

–Si dale.

La película empezó, él coloco su mano en el respaldar del asiento de ella y en las rodillas tenía el balde de los pochoclos, en cierto momento ambos metieron la mano en el balde y se rozaron los dedos, ambos levantaron la vista y  clavaron sus ojos en los del otro, él no quería apresurarse, no quería que ella pensará que se estaba aprovechando de la situación, pero realmente  esta chica se le estaba metiendo en la sangre, había algo que lo obligaba a acercarse, pero estaba en guardia, si ella le mostraba cualquier signo de rechazo él  estaba dispuesto a retroceder. Lo que jamás se le hubiese cruzado por la mente es que ella estaba más que dispuesta a devolverle el beso. Él muy de a poco se fue acercando, el perfume que ella tenía puesto era delicioso, era un aroma frutal, en algún momento tendría que preguntarle el nombre de ese perfume para regalarle muchos y que nunca le falten. Desde cuando le importaban los aromas, eso no era algo en lo que él reparase, sin embargo en Carolina era algo que lo atraía como toda ella, se acerco un poco más y le rozo los labios, ella no lo rechazo, punto a su favor; decidió dar un paso más y con la lengua le lamio el labio inferior para que ella los abriera y la dejará jugar dentro de su boca, no estaba seguro como iba a reaccionar ella pero para su sorpresa  abrió los labios y sus lenguas comenzaron una danza agradable para ambos, la gran sorpresa para Daniel fue cuando Carolina le paso los brazos por el cuello, de esta manera el beso se profundizo. Asi haciéndose caricias uno al otro paso algún tiempo, cuando el comenzó a sentir sensaciones incomodas en su cuerpo opto por separarse, aunque no del todo, le dio un último beso en la comisura de los labios y se aparto, se dio cuenta que ella rezongo un poquito y por eso se obligo a explicarle.

¿Esto es posible en el siglo XXI?  OBRA REGISTRADA NO SE PERMITEN ADAPTACIONES, Where stories live. Discover now