Capítulo 16 - Anclados

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Al tiempo, llega Edward, y vamos empezamos a hablar de cómo solucionar lo del lago. Ya que, al no estar unidos a ninguna fuente de poder, nos hace más vulnerables.

_Edward, se me ha ocurrido una cosa... No sé cómo lo verás, pero he pensado que nos ancles a todos al antártico, es una gran placa de hielo, por lo que es agua dulce, y aunque esté congelada, sigue siendo agua. A Nix no se le ocurrirá mirar allí...

_Eso es brillante Helena... Ellos esperarán siempre un lago... Y esa parte está deshabitada totalmente...

_Así es, he estado investigando esta semana y he hecho varias visitas para asegurarme.

_Bien, podemos hacerlo ahora mismo.

_Está bien, voy a buscar a mi madre y Alba. Dante, avisa a Diana, Ares y Eneas para que se aparezcan aquí, y vosotros no salgáis, esto no debe saberlo nadie.

Me teletransporto a casa de mis padres, y espero a que mamá y Alba lleguen de la universidad. Vienen mis padres y mi tío y me abrazan.

_Enana, nos hemos enterado de lo de tu guardia, ¿estás bien?

_No... Amenazó con hacer lo mismo con Diana y Ares...

_Tranquila, no dejaremos que eso pase, ya hemos hablado del tema con Dante.

Al poco llegan, y yo les cuento rápido que tenemos que irnos, que nos vamos a anclar en otro lugar, pero no les digo dónde. No quiero que mis padres y tío lo sepan, por si acaso.

_Está bien, voy a soltar las cosas _dice Alba.

_Cariño, todo saldrá bien... _dice mamá.

_Sé que saldrá bien, pero con el sufrimiento de muchos por el camino.

_No estás sola, me tienes a mí, a tus hermanos, a tus hijos, a tu esposo, a Lucifer... somos muy poderosos, y aún más juntos... Sin contar con el apoyo de tus padres y tíos, los lobos, los demonios y los vampiros... Tienes un consejo de demonios muy poderosos que te sirven, y tienes al único original que queda babeando a tu lado... _yo suelto un suspiro.

_Tienes razón...

_Lo sé... _me dice con una sonrisa. _Sólo que esta guerra no la puedes ganar sola, necesitas más el apoyo de los demás, pero para eso estamos nosotros aquí.

_Ya estoy, hermanita.

Yo cojo sus manos y nos vamos de allí para aparecer en mi despacho. Llegamos, y allí se encuentran el resto ya. Todos se miran curiosos y les cuento la idea de anclarnos al antártico, y todos parecen sorprendidos pero dispuestos a la idea. Todos nos cogemos de las manos y nos aparecemos allí. Nosotros recubrimos nuestros cuerpos con una fina capa de agua que regula nuestra temperatura, y lo mismo le hago a Dante y Edward.

_Mucho mejor ahora... me iba a morir congelado... _dice Dante.

_Normal.... eres más bien ardiente...

_Oh si cariño... soy puro fuego...

_ ¿Podéis dejarlo para luego? _dice Diana con una ceja levantada.

_Déjalos.... están enamorados... _Dice Alba.

_Una duda, ¿por qué estamos Ares y yo aquí? Técnicamente, no necesitamos unirnos a ningún agua.

_Fácil hermanito, para que si nos quieren mandar a vete saber dónde, podamos no perdernos en una dimensión extraña. Siempre tendremos un vínculo con esta parte y podremos volver aquí. Al menos funcionó cuando me llevaron al infierno por la fuerza...

_Confío en ti mamá _dice Ares.

_Y yo en vosotros. Ahora Edward, si nos haces el favor...

_Faltaría más.

Entre los colmillos de los Bartholy VII: En el corazón de las tinieblasWhere stories live. Discover now