Capítulo 40 - Quiero que muera

31 8 9
                                    

Me estoy dejando caer, siento el frío aire hacer barrera contra mi cuerpo mientras atravieso el cielo. Yo espero el impacto en algún momento, no me importa nada... Sé que me curaré, y siento que necesito reflejar mi dolor emocional de forma física. No sé por qué, pero me ayuda a sanar por dentro, como si lo sacara todo fuera. Espero que mi cuerpo sufra el golpe, pero no llega, en cambio siento unos brazos que me cogen y me acercan a un cuerpo caliente. Ya sé quién es, no necesito ver, puedo olerlo.

_Déjame caer, por favor... _digo mientras mis lágrimas caen por mi rostro.

_No puedo hacer eso con mi preciosa nuera.... Mi hijo me mataría... _me dice Lucifer con voz tranquila.

_¿A dónde me llevas?

_Tranquila, te llevo a mi casa.

_Gracias.

Lucifer nos hace desaparecer y aparecemos en una casa muy luminosa, toda llena de una luz especial.

_Vaya cambio de vida...

_Pues si... Pero no echo de menos el fuego y esas cosas.

_Lucifer...

_Tranquila, no diré nada. ¿Quieres dormir aquí hoy?

_Si, por favor... No quiero ver a nadie...

_ ¿Qué ha pasado?

_Verás...

Yo le cuento todo, el ataque de Eiden, lo ocurrido con Conor, lo de los alphas de Eneas y Diana, y como guinda del pastel, lo de Mefistófeles. Lucifer no dice nada y sólo me abraza mientras yo me siento pésima.

_Eres muy valiente... Muy pocas personas serían capaces de actuar como tú. Si te preocupas por Dante...

_No, no es eso... Sé que él me quiere y que lo va a matar cuando lo vea, cosa que no pienso impedir, por cierto. La cuestión es que siento que todo se me desmorona, que hay falta de confianza, y encima me siento sucia y asqueada.

_Mira, vas a darte un buen baño mientras preparo algo de cenar, y luego vas a dormir y descansar para liberar tu mente. ¿Qué te parece?

_Suena bien...

_Perfecto, acompáñame.

Lucifer me enseña un lugar muy hermoso, con una piscina, jacuzzi, ducha de chorros... Es como un pequeño spa.

_Te lo tenías bien callado...

_Bueno... Ya que lo has descubierto, puedes usarlo cuando quieras. Voy a hacer la cena.

Yo me dirijo a la ducha de chorros y aprovecho para enjabonarme fuerte. Mi piel se enrojece, pero no importa, quiero quitar su rastro de mi piel. Luego me meto en la piscina de agua fría, y me hundo en el fondo. Ahí me quedo pensando, me relaja estar sumergida en agua. Al cabo del tiempo escucho en mi cabeza.

_La cena esta lista.

_Voy enseguida.

Tras la cena y una agradable conversación, me lleva a una habitación con chimenea y me prende el fuego. No tengo frío, pero la hace mucho más acogedora. Me meto en la cama y me duermo profundamente.

_ ¡LUNA! ¡LUNA!

_ ¿Qué ocurre? _digo despertándome desubicada.

_El alpha Elías y la Luna Liza se están peleando _me dice su beta.

_Tranquilo, voy enseguida.

Yo me levanto y me visto con mis lazos negros, saco mi corona de cuernos y doy una voz a Lucifer

_ ¡Lucifer, me tengo que ir! _el aparece enseguida delante mía.

_ ¿Qué ocurre?

_Tengo un perro rabioso que amaestrar...

Lucifer se ríe y yo me desaparezco después de susurrarle un "gracias". Me aparezco en la manada junto al beta y lo miro esperando una explicación.

_Luna, gracias por venir. Ellos empezaron a pelear.

_ ¿Por qué?

_Él fue a abofetearla y ella se lo impidió.

_Bien.

Yo me acerco a ellos y veo que están peleando muy duro, no se están midiendo en nada. Ella con mis entrenamientos ha mejorado muchísimo, de hecho, casi que a Elías le cuesta rozarla. Veo que Elías tiene varios golpes, y eso me produce satisfacción.

_ ¿No va a detenerlos? _me pregunta el beta asustado.

_Creo que tienen que arreglar sus diferencias, aun así, no voy a dejar que se hagan daño, tranquilo.

Tras un largo rato, ambos siguen en tablas, así que decido intervenir. Los separo, y ella me hace una reverencia en cuanto me ve y Elías inclina un poco su cabeza molesto.

_Bien, ¿han terminado ya?

_Lo lamento, Luna _dice Liza.

_ ¿Por defenderte de que te levante la mano? No tienes que lamentar nada, más bien debería lamentarlo él. Dime Lisa, ¿quieres seguir con él? ¿O quieres que anule vuestro matrimonio?

Elías levanta la mirada enseguida con los ojos como platos y se le ve angustiado. Vaya, parece que le da pánico que lo dejen... Quién lo diría.

_Piénsatelo, si quieres sólo tienes que decirlo. Y tú _digo señalando al alpha _como ves, ella es muy fuerte, y casi que más hábil que tú. No quiero volver a enterarme de que le levantas la mano... _digo mientras me acerco a él amenazadoramente. _Nadie se merece que lo traten así, eres su esposo, debes protegerla y amarla, no maltratarla. Te aseguro que, si hay una próxima vez, la manada tendrá como alpha un lobo de 3 patas, ¿entendido?

_Si Luna...

_Bien... Arreglen sus asuntos.

Yo me voy de allí, caminando hacia las afueras de la manada y saco mis alas hasta llegar al castillo. Dante me recibe entre besos y abrazos y yo me refugio en su olor, en su calor y sin querer me crecen los colmillos.

_Veo que no has comido... _dice con una sonrisa.

_Desde la última vez que te mordí no... Y la verdad, tengo mucha hambre...

_Pues solucionemos eso con calma... _me dice con una sonrisa.

Vamos a nuestra habitación y nos tomamos el desayuno con calma. Dante es delicioso... Y él también se alimenta de mí. Pasamos un rato muy agradable juntos.

_Eres exquisito mi vida.

_Y tu mi amor.

_ ¿Te contaron que ocurrió con Conor?

_Así es, hoy le daré una lección.

_No mi amor, eso empeorarían las cosas.

_Está bien, no te preocupes. Por cierto, ¿Mefistófeles te dijo el resto?

_Así es. Por cierto, quiero pedirte algo _digo poniéndome seria.

_Lo que desees mi amor.

_Quiero que sufra de la peor manera que se te ocurra y luego quiero que muera, que desaparezca.

_Eso dalo por hecho _dice Dante serio y mirándome a los ojos. No necesita más para suponer por qué.

_Bajemos a comer, me muero de hambre.

Entre los colmillos de los Bartholy VII: En el corazón de las tinieblasOnde histórias criam vida. Descubra agora