Capítulo 23 - Entrenamos

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Llegamos a la mansión y no entro en ella, sino que me quedo fuera y saco mis alas. Dante hace lo mismo que yo, y nos vamos hacia el océano, donde me gusta parar a pensar. Yo creo una nube y nos posamos sobre ella.

_Mi amor, ¿qué es lo que...

_Sé que Diana no es tu hija.

Se lo digo mirándolo a los ojos sería, y se queda blanco en ese mismo momento.

_Mi amor, yo sólo quería protegerte, no quería que sufrieras, y la quiero como si fuera mía. Es nuestra hija...

_Lo sé... Pero eso no quita que me duela... _las lágrimas empiezan a caer por mi cara. Dante me abraza y yo me quedo refugiada en sus brazos mientras suelto lo que llevo dentro.

_ ¿Cómo lo has sabido?

_Mefistófeles ha venido, me lo ha dicho y he tenido que hacer un trato con él. No matarlo a cambio de información para proteger a nuestros hijos _digo muy furiosa.

_ ¿Así averiguaste todo?

_Si, y encima me recordó lo que me hizo, se me insinuó y sabe lo de Di.

Estoy muy furiosa, y doy un grito para desahogarme, lo cual provoca que emerja una tormenta. Se crea todo un temporal a nuestro alrededor, le lanzaría rayos a ese desgraciado.

_ ¡Maldito bastado! Tranquila Helena, no dejaré que se te acerque.

_Es tarde para eso. Ahora sólo queda ver cómo solucionar todo...

_Ya pensaremos en eso. Me tenías muy preocupado, podía sentir tus emociones. ¿Dónde estuviste? Nadie pudo encontrarte.

_Soy la mejor, ¿recuerdas? No me encuentran si no quiero. Pero por lo general, me gusta pensar bajo el agua. Ya lo sabes.

_ ¿Te dijo lo del ataque?

_No, yo aproveche para crear una conexión a su mente. Lo vigilo constantemente sin que lo sepa. Y no sabes la de tiempo que piensa en mí el muy enfermo... Es horrible...

_Yo estoy a tu lado amor, tranquila.

_ ¿Qué hacemos con Di? Tenemos que decírselo.

_Se lo diremos cuando esto pase, ya ha tenido bastante con ese idiota.

_ ¿Cómo va todo?

_Ahora "sale" con Alaric, dice que no puede ver a Zack. Alaric ha estado dejando flores para ella todos los días, se nota que tienen interés en tenerla contenta.

_Qué romántico, si no fuera porque es un dios loco de remate. ¿Habéis averiguado quien es cada uno?

_Me temo que no, deberían diferenciarse por sus ojos, pero es obvio que llevan lentillas o los cambian a voluntad.

_Genial... Oye, vamos a casa, necesito descansar.

A la mañana siguiente entrenamos en mi despacho tras el desayuno. Di saldrá con Alaric, y va a intentar averiguar quién es quién. Yo necesito entrenar y desfogarme, eso relajará mi mente. Llamo mentalmente a Brian, y pregunto un poco en general quién quiere pelear contra mí.

Vamos al campo de entrenamiento de Sebastian que está protegido de curiosos. Al llegar me hacen una reverencia, lo cual odio, y tío Sebastian y tía Abbie me abrazan.

_Con que quieres entrenar... _dice Sebastian.

_Así es, y quiero que entrenes a mi nuevo beta.

_Así será.

_Bien, ¿quién se atreve? _y nadie contesta. _Vamos, no usaré mis poderes, y saben que no pasa nada si me golpean.

_Luna, yo pelearé.

Entre los colmillos de los Bartholy VII: En el corazón de las tinieblasWhere stories live. Discover now