Capítulo 34 - Cita con Alaric

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NARRA DIANA

Estamos saliendo de clase y me siento muy cansada. Alaric no para de mirarme y preguntarme si estoy bien.

_Sólo estoy muy cansada.

Mentalmente llamo a Ares y le digo que venga a buscarme rápido. Alaric toca mi frente y me mira con el ceño fruncido.

_Tienes un poco alta la temperatura.

_No es nada, sólo es cansancio.

_Hola Di. ¿Nos vamos?

_Claro Ares. Nos vemos mañana Alaric.

_ ¿Quieres que te haga compañía?

_No te preocupes, me voy a dedicar a dormir.

Ares y yo nos vamos de allí. Y me mira un poco preocupado. Aunque él tampoco se le ve genial.

_ ¿Estás bien hermano?

_Me siento muy cansado.

_Igual que yo, busquemos a la tía y la abuela.

Nosotros la buscamos y están como nosotros. Decidimos llamar a Azazel.

_ ¿Qué ocurre?

_No nos encontramos bien, ¿nos puedes llevar?

_Claro.

Azazel nos lleva al castillo, y va a avisar a mamá y papá. Al poco, mamá baja las escaleras.

_ ¿Cómo estáis?

_Algo cansados.

_Esperad un momento.

Mamá se va y aparece con Ifa.

_Él os ayudará, me ha ayudado antes a mí.

Tras sus atenciones, nos encontramos mucho mejor. Azazel lleva a la abuela y a la tía a la mansión. Yo me echo a dormir después de picar algo y descanso.

Al día siguiente me encuentro perfecta. En la uni Alaric me ha estado cuidando. Nos despedimos con un beso, y quedamos que me recogerá a la tarde. Yo me tomo mi tiempo para arreglarme, y me visto con mi lencería de encaje como siempre y un vestido negro elegante, sexy y cómodo. Cojo una chaqueta y lista. Me monto en mi moto grande, y voy a su casa. Cuando llego y bajo, escucho que me silba.

_Estás preciosa así.

_Gracias...

_Vamos, te quiero enseñar algo.

Me lleva hacia su casa y entramos en el salón. Es muy acogedor y está decorado de forma romántica, con l mesa puesta y enciende unas velas.

_Si me lo permites, quiero invitarte a cenar.

_Vaya... ¿Lo ha preparado para mí?

_Claro que sí. Ayer no te encontrabas bien, y ni sabía si tendrías ganas de salir por ahí, así que preparé una velada en casa, para que te sintieras más cómoda.

_Muchas gracias, de verdad _digo abrazándome a él.

_No hay de que, lo importante es que estás bien.

Yo lo beso mientras me abrazo a él. Alaric me empieza a besar con pasión y me aprieta contra su cuerpo que está muy caliente. Noto como su virilidad va creciendo contra mi zona, y siento que mi piel empieza a quemar. Tengo que controlarme enormemente para no sacar los colmillos. Alaric se separa de mi reajustando su pantalón y me pide disculpas.

_Perdona Di, no quería molestarte. ¿Te apetece cenar algo?

_Sí, a ti.

Yo me lanzo a sus brazos besándolo con pasión, y pegándolo a mi cuerpo. Alaric enseguida me responde y pegamos nuestros cuerpos. Puedo sentir que lo hace ahora lo siente de verdad. Yo empiezo a desabrocha su camisa mientras él sigue besándome.

_Espera un momento amor.

Alaric se va un momento, y con mi olfato puedo oler que está encendiendo velas. Está siendo realmente atento y tierno. Al poco aparece y coge mi mano, la besa y me lleva hacia donde fue antes. Entro y es su habitación. Está decorada con velas y pétalos de rosas. Huele realmente bien. Yo lo miro a los ojos y con mi corazón sincero, le digo lo que pienso.

_Te quiero, Alaric... gracias.

_Yo también te quiero leoncita...

Alaric me vuelve a abrazar y besar mientras sus manos recorren mi cuerpo. Yo acaricio el suyo con mis manos, y está realmente en forma. Siento sus músculos y el calor de su piel. La luz es perfecta, y aunque me toca con ansias es un tacto suave. Él baja la cremallera de mi vestido y me ayuda a quitármelo. Me quedo con mi ropa interior de encaje negra y los tacones. Él se separa un poco de mí y me mira de arriba abajo.

_Eres una la diosa de la belleza... Eres perfecta...

_Entonces tu eres mi dios de la belleza...

_Claro que soy tu dios... siempre lo seré, y siempre cuidaré de ti...

Yo sonrío porque sé que realmente es un dios. El quita su pantalón y me coge en brazos para ponerme con suavidad sobre la cama. Empieza a mi piel suavemente dejando caricias con sus suaves dedos. Me levanta suavemente para desabrochar mi sujetador, y quitarlo con habilidad. Acaricia mis pechos y los besa suavemente, dejando suaves mordidas erizando mi piel. Con estos gestos no puedo evitar soltar algunos suaves gemidos de placer. Noto su sonrisa contra mi piel y me encanta. Yo acaricio su pelo mientras besa mi cuerpo.

_Te quiero Alaric....

_Y yo a ti Diana....

Va bajando los besos por mi abdomen mientras su mano acaricia mi feminidad. Empieza a bajar mis braguitas y yo empiezo a ponerme un poco avergonzada. Nunca nadie ha estado de esa forma ni me ha dado besos por esa zona.

_Tranquila leoncita, no tienes que estar nerviosa, ¿es tu primera vez así?

_Si...

_Perfecto... entonces te enseñaré lo que es ver las estrellas....

Alaric baja a mi zona con una gran sonrisa. Abre mis piernas y de sólo sentir su aliento hace que mi piel se erice. Cuando siento su lengua me sorprendo y suelto un gemido. Él agarra mis muslos y empieza a besarme con más intensidad. Al cabo de poco, siento como sus dedos juegan en mi entrada y al sentir que entran suelto un fuerte gemido. Sus movimientos son cada vez más rápidos y siento como mi cuerpo se calienta sobre manera, y entre fuertes gemidos estallo en un placer inmenso. Él sigue mientras mi cuerpo convulsiona del placer y mi espalda se arquea. Cuando termino de tener el orgasmo Alaric sube por mi cuerpo dejando besos por mi abdomen y sigue con mis pechos hasta llegar a mis labios.

_Estás deliciosa mi amor...

_Ha sido increíble... _digo con la respiración entrecortada.

_Gracias por la parte que me toca... pero esto no ha hecho más que empezar...

Alaric se quita la única prenda que nos separa va a entrar en mí, pero yo lo paro. Él me mira con el ceño fruncido, lo beso y lo hago tumbarse en la cama. Él me observa relajado y curioso y ahora soy yo la que reparte besos por su cuerpo hasta llegar a su intimidad. Él enseguida empieza a gemir y pone una mano en mi cabeza mientras con la otra agarra las sábanas. Yo es la primera vez que hago esto, pero sé perfectamente cómo hacerlo disfrutar. Tras un rato Alaric me aparta y me pone sobre la cama.

_Lo siento, ya no aguanto más.

Él se posiciona sobre mí y entra de una vez, provocando dolor en mí y sin querer le clavo las uñas con el gemido. Él se queda quieto mientras sigo sin aflojar mi agarre, dándome besos y caricias por mi cara. Cuando dejo de apretar y suelto su brazo empieza a moverse suavemente. Yo me dejo llevar por él, y empiezo a gemir de placer.

Tras el primer orgasmo, yo lo volteo con agilidad y me pongo sobre él. Esta sensación es nueva para mí, y primero me acomodo acostumbrándome a ella, para luego empezar a hacerlo mío. Soy muy posesiva, lo muerdo sin dejar grandes marcas, ya que no puedo sacar mis colmillos, y al tiempo ambos llegamos al orgasmo. Caemos rendidos en la cama y nos miramos y besamos.

_Ha sido maravilloso Alaric. Además, todo ha sido nuevo para mí.

_No sabes cuando me alegro. Voy a preparar la cena. El baño está en esa puerta, supongo que querrás refrescarte.

_Gracias, ahora te veo. 

Entre los colmillos de los Bartholy VII: En el corazón de las tinieblasWhere stories live. Discover now