¿El Amor es un Arte?

CAPÍTULO 5

"El talento artístico es un don de Dios y quien lo descubre en sí mismo advierte a la vez una cierta obligación: pues sabe que no puede desperdiciar este talento, sino que debe desarrollarlo."

Papa Juan Pablo II

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Alonso

Leonardo me va a soltar un sermón si llega a verme así, el idiota del entrenador me terminó reventando el labio en el calor del combate, lo que me queda de satisfacción es que lo hice rendirse y me ayudó a recuperar la calma.

Una vez estacionado, bajo del auto al llegar a las oficinas de CEMTY, mi celular comienza a vibrar en el bolsillo interior de mi saco, son las siete cuarenta de la mañana, ¿quién carajos llama tan temprano? La pantalla rebela el nombre de mi madre y las emociones que tanto trabajo me costó disipar en el gimnasio, emergen apartándome de mi endeble tranquilidad.

Respiro profundamente antes de responder.

Alonso: Buen día madre.

Mónica: Mi amor, ¿dónde estás? (Inquiere fingiendo una calma que no le compro).

Alonso: Llegando a la oficina, ¿qué pasa?

Mónica: Es tu hermana.

Alonso: ¿Qué con ella?, ¿está bien?

Mónica: Se fue de la casa. (Suelta un sollozo que me deja helado).

Alonso: ¿¿Qué??, ¿cómo demonios que se fue de la casa?

Mónica: Anoche intenté hablar con ella para que me contara en dónde había conseguido trabajo, quizá era algún museo o escuela de arte, pero fue inútil, no quiso hablar, porque estaba segura que yo te lo diría y no quiere que intervengas. Solo me aseguró que aprendería mucho en su nuevo empleo, y hace un momento encontré una nota en el refrigerador, donde me dice que se va de la casa, revisé su habitación, no se llevó mucho y dejó aquí su celular para que no pudiéramos localizarla, en la nota dice que mañana se comunicará conmigo, que no me preocupe. (Deja escapar un nuevo sollozo y a mí se me hiela la sangre. ¡Dejó el celular!, ¿qué maldita estupidez hiciste Luna?, me recargo en el auto con la mirada fija en un punto inexistente sobre el pavimento). ¿Hijo? (Pregunta mi madre al quedarme mudo).

Alonso: Tranquilízate mamá, Luna no es estúpida, esperemos a que se comunique mañana. (Agrego intentando sonar sereno).

Mónica: No podemos quedarnos con los brazos cruzados.

Alonso: Tú fuiste la que me pidió ayer que confiáramos en ella. (Declaro en un tono de reproche que no pretendía, pero no puedo evitar).

Mónica: Pero nunca creí que se iría de la casa, es muy joven, inexperta. (Rompe en llanto provocando que se me quiebre el pecho).

Alonso: Lo sé y ha llegado el momento en que madure, a su edad, yo tenía dos empleos y estudiaba una licenciatura... cálmate mamá, que poniéndote así no ganas nada, se acaba de ir, es mayor de edad, y dejó una nota avisando que se comunicará mañana, es solo una rabieta y no podemos reportar una desaparición porque no lo es, seguramente su amiga Areli sabe dónde se encuentra, iré a buscarla a la universidad al medio día.

Mónica: Por favor avísame cuando hables con ella.

Alonso: Lo haré, estate tranquila, se cansará de jugar al adulto y regresará a casa cuando se dé cuenta de todo lo que implica, te llamo más tarde, tengo asuntos que atender aquí.

La sangre ha abandonado mi cuerpo dejándome helado, ¿una nota?, ¿¿una estúpida nota?? ¿En qué carajo estabas pensando huerca babosa?, ¿Cómo demonios le haces esto a mi madre? Me contengo para no golpear el cofre del auto por la frustración.