¿El Amor es un Arte?

Capítulo 10

"El arte no es lo que ves, sino lo que haces que otros vean."

Edgar Degas

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Luna

Me siento un tanto culpable por levantarme de la cama hasta después del mediodía, Alonso nunca permitió que lo hiciera y cuando se fue de casa, mi madre tampoco lo consintió, así que estoy acostumbrada a levantarme por muy tarde a las diez de la mañana, pero estas desveladas con Damián lo ameritan, aunque no consigo aguantarle el paso, siempre termino con mucho esfuerzo en los brazos de Morfeo alrededor de las cuatro de la mañana, pero él no se detiene, seguramente abandona el estudio después de la aparición del astro rey.

Me encuentro en la misma posición de los últimos tres días, pero me pide que descanse, por lo que aprovecho para estirar la espalda. Lo observo quitar el lienzo en el que está trabajando del caballete, para colocarlo sobre otro y cubrirlo con una tela oscura, ¿qué está haciendo? Toma uno nuevo para colocarlo sobre el caballete en el que ha estado trabajando.

Luna: ¿Ya terminaste? (Pregunto emocionada).

Damián: No, aún no. (Responde sin prestarme mucha atención, concentrado en cambiar las pinturas en su carro de trabajo, además de los pinceles y paleta de colores).

Luna: ¿Entonces?

Damián: Comenzaré otro, con tu misma posición, pero en otro estilo, otra técnica y otros tonos.

Luna: No he visto eso en tu trabajo antes.

Damián: Se me acaba de ocurrir.

Agrega levantando los hombros con un gesto divertido. Suena interesante, todos los sonidos que emiten los apetecibles labios son interesantes o divertidos.

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Camila

Había planeado para nuestra reunión sacarlo de sus casillas, provocarlo para que hiciera o dijera alguna estupidez, como me lo habían encomendado, pero después de cómo se comportó ayer conmigo, es imposible, no tengo cara para eso.

Al entrar a la sala de juntas, ambos caballeros se levantan para recibirme.

Camila: Lamento la tardanza.

Adrián: No te preocupes, las damas siempre tienen un rango indefinido de tolerancia en la puntualidad de las citas.

Alonso: Eso posiblemente sea aceptable en las citas sociales, no en las reuniones laborales, para futuras juntas le pido sea puntual señorita Zambrano. Comencemos. (Me reprende con el gesto duro de Michael Corleone estampado en el rostro, ¡fueron solo cinco minutos! ¿Qué le pasa? Iniciamos exponiéndole los puntos que Adrián y yo ya habíamos intercambiado. El año pasado fueron poco más de mil doscientos invitados, los cuales pretendemos repetir). Del personal de la compañía, no hay problema, necesito revisar el listado de los invitados externos. (Le entrego un par de hojas con los nombres).

Camila: ¿Qué haces? (Inquiero molesta al ver que tacha algunos nombres).

Alonso: Esas personas ya no ocupan los puestos políticos o ejecutivos por los cuales se les invitó a la gala, investiguen los nombres de los que ahora ocupan sus lugares y sustitúyanlos, también necesito que incluyan a estas personas. (Nos entrega una pequeña lista).

Adrián: Claro, nos encargamos de eso inmediatamente.

Camila: ¿Quiénes son esas personas?

Alonso: Compromisos sociales.