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STEVE ROGERS •

Steve Rogers no era el tipo de hombre que dijera: "Voy a encontrar a la chica perfecta para mi y no la dejaré ir" Porque sinceramente hablando Steve no estaba para nada preparado en comenzar una relación a sus 100 y algo de años aunque sus amigos le dijeran: "¡Dios, Steve, tan solo tienes la edad normal! No cuentes el tiempo que quedaste congelado"

No veía ese maravilloso amanecer a lado de la persona que más ama, sin embargo y sin planearlo, años después te encontró a ti.

Vaya que fuiste su chica perfecta.

Hubieron demasiadas complicaciones en su relación, muchos problemas porque Steve no se encontraba del todo seguro en estar saliendo con una persona menor que él, aparte del caso de los 100 y algo de años, tú en serio eras la excepción a edades en cuanto a chicas que le había presentado Natasha.

Pero finalmente y cuando tuviste que romper con él ya que no se decidía en si estar contigo o alejarse cuando apenas las cosas se ponían difíciles, pudo darse cuenta que en efecto sólo estuvo hiriéndolos a ambos en el proceso.

No importó todo el dolor que pasaron y las noches en desvelo extrañándose. Steve lo volvería a hacer todo desde el principio tan solo para acabar contigo entre sus brazos y dándote una de las miradas más amorosas.

Se casaron después de pasar mil ideas sobre los arreglos, el vestidos, el traje, las flores, los ensayos y lugares favoritos de ambos para ir a visitar como luna de miel.

Steve fue la persona más rápida en el mundo al momento en decir: "Acepto"

También fue la persona más rápida en el mundo en quitarte el vestido de novia por la noche a solas en su habitación.

A medida de los meses pasar, Steve planteó la idea sobre un hijo.
Mentirías si dijeras que rechazaste completamente aquella idea, por el contrario tú estuviste más que dispuesta a darle una familia a Steve. Sabías cuanto sufrió en el pasado por no haber tenido una familia a su tiempo y como ambos también atravesaron por diversos obstáculos para llegar hasta ahí.

No consideraste que el proceso sería más difícil de lo que creías, no malinterpreten, una parte del transcurso era buena, más que buena pero la otra en cuanto vieron que no pasaba nada mes tras mes cada vez los iba desilusionando e incluso decepcionando.

Steve solo miraba su anillo de bodas, dándole vueltas sobre su dedo y suspiraba en cansancio.

¡La vida me odia! Es lo que pensaba por las madrugadas con la irritación recorriendo su sistema e inundando su mente.
Pronto te diste cuenta de ello por su forma de actuar. Discutieron nuevamente y más de una vez, sin embargo Steve se percató que la vida no lo odiaba para nada, es mas le dió la oportunidad de casarse contigo, de encontrarte entre los mares de personas que probablemente hubieran sido solo decepciones e infelicidad.

La vida si lo amaba.

Steve aquella noche te rodeo con sus brazos, volviéndose a disculpar por su comportamiento y todo fue aclarado.
Los dos acordaron que no lo forzarían más, si tenía que pasar pasaría y sería maravilloso.

Entonces ocurrió.

Los mareos y náuseas matutinas, los ascos y antojos.
Los días que no tenías nada de hambre o aquellos en los que no podías parar de comer.

ONE SHOTS • MARVEL •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora