01_Liliana

615 98 169
                                    

—Mamá ¿Qué está haciendo esa muchacha?

—Ignórala mi cielo, vamos a la otra banqueta.

¡Ough! Se supone que estoy de incognito, pero es el tercer niño que me señala y la tercera mamá que me evade como si estuviera en drogas ¿Es que nunca han visto a alguien tramar un plan? Llevo en esta esquina poco más de 30 minutos, acechando, esperando... La cuestión es simple: debo "robar" una mochila, extraer cierta carta de ella y devolverla, haciendo pasar todo eso por una pequeña e inocente broma, sencillo.

Expuesto así suena a que voy a hacer algo ruin, pero mis intenciones no son malas lo único que quiero es reparar un error, además si lo hago bien puede hasta pasar como... ¿una linda y coqueta travesura? Tal vez podría ser el inicio de una divertida amistad con la dueña del bolso.

Sigo diciéndome que todo saldrá bien mientras consulto la hora por quinta vez, la portadora del objetivo está retrasada, ¡ah! Al fin aquí llega, pero viene ¿corriendo? No importa, esa mochila será mía en 3... 2... ¡ahora!

Con un rápido impulso salgo de mi escondite ¡tengo el tirante de la mochila! Intento avanzar, pero la dueña da un fuerte tirón recuperando su bolso y yo me voy directo al piso sin saber que me duele más si el porrazo o el orgullo.

—¡Qué te pasa subnormal!

En vez de contestar algo me subo rápidamente el gorro de la sudadera en un tonto intento de ocultar mi identidad, la chica notablemente fastidiada da un resoplido y reanuda su marcha dándole al asunto la misma importancia que el haber tenido que detenerse para quitarse un desagradable chicle del zapato.

Observo desde el suelo como se aleja con celeridad ¡sólo a mí se me ocurre que podría atracar a alguien más grande que yo! Tiro de mi gorro con frustración como si pudiera ocultar todo mi ser dentro de él hasta que oigo que alguien se ríe a mis espaldas.

—¡Vaya, vaya! Lili ¿A caso te bajaste a saludar a las hormiguitas? pero no pongas esa cara de que se murió tu gato, ¡Anda! dame tu mano que te ayudo a levantarte.

Malena, la chica que de cierta forma tiene parte de culpa en que me hayan llamado subnormal y esté tirada en el arroyo me ayuda a ponerme de pie mientras su semblante cambia de la total diversión a uno medianamente preocupado al ver mi abatimiento.

—Male...

—¿Qué pasa Lili?

—Catalina tiene mi carta. —Malena arruga la frente buscándole sentido a lo que acabo de decir.

—¿No me digas que esto tiene que ver con lo de ayer?

—eh... je... pues sí...

—¡Liliana! ¿exactamente qué hiciste ayer?

¡Estúpida carta! ¡estúpido corazón!Where stories live. Discover now