Sweetie [◇] YeonGyu.

23

El chico de ojos rasgados, mejillas regordetas y cabellos rubios seguía abrazando de aquella forma cercana los hombros de BeomGyu mientras contaba quién sabe qué cosa. BeomGyu tapaba su boca con su mano izquierda cada vez que soltaba una carcajada y se acercaba inconscientemente a su cuerpo, sus mejillas se veían ligeramente teñidas y sus manos nerviosas.

Seguía mirándole con el ceño fruncido y los labios aplanados, apretaba la botella de plástico entre sus dedos, imaginándose que era el cuello de aquel chico. Quizás antes, cuando se encontraba junto a ellos y no ahí sentado en una banca alejada, se habría lanzado sobre él o le habría dado un golpe disimulado si no fuera por SooBin: quien al verlo tan tenso e irritado le abrazó por detrás, moviéndolo de un lado a otro cantando con voz chillona y murmurándole un "calmado, puma". Porque él sabía que su amigo, aún si era muy extraño verle de esa manera, era bastante celoso y posesivo cuando algo le importaba, entonces comprendió que realmente le importaba Choi BeomGyu, tampoco era impulsivo y se la vivía golpeando a la gente, pero por si las dudas.

Si no fuera por SooBin, posiblemente hubiera abrazado sus hombros y pegado a su cuerpo o entrelazado sus meñiques para que, por lo menos, YongBok se diera cuenta que estaba con él.

Estúpido SooBin.

No... igual sólo soy un amigo...

Estúpido BeomGyu.

— Uy, casi puedo verte lanzar rayos láser de tus ojos —YoonGi dijo burlón tras haberse sentado a su lado— esa botella no tiene la culpa celoso-Choi, ¿por qué no te acercas?

YeonJun lo miró cual perro rabioso y YoonGi alzó las manos en son de paz, todavía con la sonrisa burlona en su rostro.

— No me agrada.

— Tampoco a mí —confesó, mirando hacia los chicos. JiMin reía tan dulcemente pegándose mucho a su amigo y sosteniéndose de sus hombros, su rostro tornándose rojo de a poco— es amigo de JiMin y aunque me da mala espina, no puedo hacer nada.

— ¿No te molesta que sea tan cercano y confiado con él?

— Joder, me emputa —gruñó— pero, ¿qué puedo hacer? no lo puedo obligar a alejarse de él sólo porque soy celoso.

YeonJun le miró atento, escaneando su rostro— JiMin te amenazó para comportarte, ¿cierto?

— ¿Cómo lo supiste?

Rió negando con la cabeza, YoonGi le sonrió avergonzado, mirando a otra parte.

— Ya~ estábamos hablando de ti —le dio leves codazos— de ti y tus celos hacia el de muslos gruesos y fuertes.

— ¿Le dirás así por siempre? —le miró molesto— Choi BeomGyu, Beom-Gyu.

— Lo siento Yeon, si apodo a alguien se llamará así por siempre —encogió los hombros— y no me cambies de tema, ¿por qué no te acercas?

Enfocó sus ojos hacia el pelirubio, quién con el rostro enrojecido parecía querer negar algo, jugueteaba con sus dedos y parecía muy nervioso. Tanto como Hueningkai y SooBin apuntaban sus mejillas burlándose de él, en algún momento sus ojos se cruzaron y le saludó tímidamente.

Pero él no respondió el saludo.

— Prefiero estar aquí y verlo desde lejos... —suspiró— así al menos no me sentiré tan miserable al tenerlo tan cerca y a la vez tan le-

— ¿Sabes qué? ya me tienes harto.

YeonJun lo miró sorprendido por el tono que había usado, YoonGi no le miraba a él, sino a JiMin hablando con su amigo, muy, demasiado cerca.

Quiso reír, pero a cambio le dedicó una sonrisa burlona— Tranquilo, galán.

YoonGi, con la mandíbula apretada y las manos en forma de puño en sus muslos, le dedicó una mirada de muerte al chico de mejillas abultadas, JiMin parecía un poco preocupado, sujetando sus mejillas, pareciendo hablarle de una manera paternal. Entonces, de un rápido abrazo el chico se fue sacudiendo sus manos hacia su dirección.

Ambos sonrieron falsos como despedida.

— Bueno, no fue taaan malo —YoonGi suspiró— ¿decías algo?

— Nada, celoso-Min.

No pudo evitar reír— Cuando te fuiste, los chicos hablaban de ciertas cosas... creo que deberías hablar con BeomGyu.

— ¿Ahora que hice?

— Nacer —el peliazul rodó los ojos— sólo habla con él —no se movió— ahora, en este momento, ¡pero ya!

A empujones YeonJun se levantó, acomodó sus ropas y le miró irritado antes de dirigirse hacia los chicos.

JiMin le estaba pegando lo mandón.

No sabía por qué, pero comenzaba a sentirse nervioso.