26

5.1K 828 693
                                    

Había pasado una semana

Hoppsan! Denna bild följer inte våra riktliner för innehåll. Försök att ta bort den eller ladda upp en annan bild för att fortsätta.

Había pasado una semana. Una semana en la que BeomGyu había permanecido encerrado en su habitación, abrazando a sus peluches Boksoon y Tubi como si temiese que se fueran a ir, sin comer y únicamente saliendo para ir a refrescarse. Su hermano NamJoon había estado yendo y viniendo, retirando los platos todavía llenos que solía dejarle para que comiera algo, dejando que Hueningkai y TaeHyun entraran a su habitación para hacerle compañía. Cuando sus mejores amigos llegaban les sonreía como si nada estuviera pasando, como si encontrarse con su único familiar que les dio la espalda cuando más lo necesitaban no le afectaba en absoluto, ni siquiera se había atrevido a decirle a su hermano.

Un par de suaves golpes sonaron en su puerta para luego escucharla abrirse. No necesitaba preguntar, pues sabía perfectamente que era NamJoon. Se dio la vuelta, mirando la pared como si fuese lo más interesante en esos momentos.

— No tengo hambre —murmuró— y hoy tampoco iré al instituto.

Escuchó un suspiró y la silla moverse.

— Está bien, yo tampoco fui.

Se sorprendió, girándose para ver a un chico peliazul sentado en la silla de su escritorio leyendo una libreta suya. Se sentó rápidamente, mirándolo sin saber cómo reaccionar.

— Tu hermano se parece a ti —pasó una hoja, leyendo las letras— incluso es muy amable, ¿estudia?

— Estudia una licenciatura en letras, también da clases de inglés en un local y es mesero en la noche —respondió en un murmullo.

— Ambos pagan sus estudios, ¿no?

— S-Sí.

Lo miró con una pequeña sonrisa en sus labios— ¿Cómo te sientes?

— Bien.

— ¿Por qué no has comido?

BeomGyu hizo una mueca— No tengo hambre.

— ¿Durante una semana? —YeonJun negó lentamente haciendo sonar su lengua. Se levantó y mostró una bolsa de plástico, poniéndola sobre la pequeña mesa de centro— traje comida.

— Hyung...

— Tienes que comer, BeomGyu. Mira cómo estás —le miró serio— ya no tienes carne y créeme que eso no es mejor. Quiero que tus cachetes vuelvan, ¿así crees que me gustas?

Abrió sus ojos sorprendido— ¿Y-Yo te gusto?

Mierda.

— ¿Uh? —se hizo el desentendido, parpadeando varias veces. Rasco su cabello y abrió la bolsa— no sé de qué hablas, déjate de tonterías y ven a comer.

— No lo negaste —canturreó con una sonrisa coqueta.

— Tampoco lo confirmé —lo imitó, sacando un par de palillos, acercándose hasta golpear su cabeza con ellos, escuchando sus quejas— no digas tonterías niño y come.

BeomGyu sonrió mostrando sus dientes y abrió sus palillos para comer el ramen.

Tamfién me guftas —habló con los fideos llenando su boca.

— No hables con la boca llena, mocoso.

Rió, limpiando sus labios después de tragar— Dije que también me gustas —le sonrió de aquella forma coqueta, escondiendo sus ojos y alzando sus cejas, con las mejillas rojas.

Entonces, ¿¡POR QUÉ MIERDAS ME LASTIMAS ASÍ HIJO DE LA CHINGADA!? no, ya, bye. Vete mucho a la verga.

YeonJun lo miró mientras sorbía los fideos, no dijo nada, sólo lo miro.

— ¿No dirás nada, hyung?

— ¿Esperas que te diga que también me gustas y tengamos un felices para siempre? pues niño, eso pasa en las películas y libros, esto es la vida real —a pesar de sus palabras, BeomGyu seguía sonriendo— pero sí —continuó, apartando la mirada con sus mejillas levemente rojas— me gustas.

— ¿Y tendremos un felices para siempre?

Por favor— Baja de tu nube.

BeomGyu rió y se levantó rápidamente para abrazarlo por detrás, enredando sus piernas también en su regazo como un koala.

— ¿Qué haces? —cuestionó, tratando de escapar.

— Se llama abrazo —acomodó su barbilla en el hueco de su cuello, aspirando aquel dulce aroma de su colonia— se hace cuando quieres a una persona.

AAAHHH, PERVERSO.

Quítate y déjame comer —trató de librarse, pero el rubio lo atrapó más.

— No.

— BeomGyu.

— No.

— Voy a matarte —advirtió, tomando sus brazos, sin hacer ningún amago por alejarlo, sorprendiéndose ante lo fuerte que eran.

— Ya lo has hecho.

— ¿Cómo así? —le miró sobre sus hombros— ¿estoy hablando con un fantasma? ¿por eso eres tan feo?

Tocó su brazo lentamente, como si estuviese comprobando, haciéndole reír con ganas.

— Tú no piensas que soy feo, ¿o sí?

— ¿Quieres la verdad?

— Uh... sí.

— Eres... demasiado... uhm... l-lindo.

— Hyung también es lindo —dijo contra su cuello, enviándole escalofríos— y solo mío.

— ¿Estás marcando territorio?

Rió— No —lamió su cuello, haciéndolo estremecerse y sonrojarse tanto que le causó gracia— ahora sí.

Hijo de puta, no me provoques Choi.

— Eres perverso.

Hoppsan! Denna bild följer inte våra riktliner för innehåll. Försök att ta bort den eller ladda upp en annan bild för att fortsätta.
Sweetie [◇] YeonGyu. Där berättelser lever. Upptäck nu