Inmortal [Y.M] [✓]

47

—Hyung~. —gimió fuerte.

—Jimin. —dijo mientras se movía más rápido.

—Ahg~. —volvió a gemir. —hyu~… Ah~.

Yoongi seguía moviéndose mientras besa su cuello y le dejaba más marcas que Jimin aceptaba feliz pues eran las únicas que quería tener él lo único que podía hacer era aferrarse a la espalda pálida del humano de cabellos color menta.

—Yoon... Yoongi~. —gimió.

—Te amo Jimin. —lo beso.

Jimin sonrió mientras lo miraba su sonrisa era real, sentía que todo lo malo no estaba sentía que era un chico normal, bueno no tan normal, pero su horrible pasado, ese pasado por el cual a veces se lamentaba ya no estaba ahora solamente tenía recuerdos buenos recuerdos. Tenía a dos hyung (Jin y Namjoon) que eran como unos padres para él, también a un amigo con él que podía contar un cuñado con él que tuvo malos entendidos, pero se resolvieron, pero el más importante tenía el amor de alguien el cual hacía lo posible para no lastimarlo más de lo que ya estaba.

—Ah más~. —gimió. —hyung.

Yoongi sonrió mientras hacía caso a la petición de su pareja la cual volvió a gemir más fuerte mientras enterrar sus uñas en la espalda del pálido dejando unas marcas que después curaría al llegar al orgasmo ambos lo hicieron con un te amo.

—Estuviste agresivo esta vez Jimin. —sonrió el pálido mientras movía los mechones que le cubrían el rostro.

—No fue mi culpa. —negó avergonzado.

—Eres un chico muy travieso. —lo beso.

—Traeré el botiquín. —dijo mientras se levantaba para dejar ver su desnudez.

El pálido tomó su celular al ver un mensaje lo abrió y frunció su ceño le iba a contestar, pero al ver al chico volver lo apagó y se acercó al chico.

—Bien, le dolerá un poco. —dijo.

—Lo soportaré doc. —él otro rio.

—Okay. —beso su hombro.

Él tomó el algodón y lo baño en alcohol para pasarlo en la piel roja del pálido el cual soltó un quejido por el ardor.

—Duele. —se quejó.

—Lo sé. —habló. —pero ya terminaré.

—Confío en ti. —dijo.

Jimin ya no dijo nada solo siguió curando al pálido cuando terminó guardo lo que sobró y lo que utilizó lo tiró a la basura ambos se cambiaron de ropa y bajaron para cocinar algo para la cena.

—Mañana podemos ir a dar un paseo. —lo vio.

—Me parece bien. —dijo el pálido.

—¿Y qué tal ir al cine? —sonrió emocionado. —ya se podemos ir al teatro.

—Con calma. —sonrió. —tenemos dos años para hacer eso.

—Lo sé. —sonrió. —pero me emociona todo esto.

—¿Qué tal si mañana tenemos una cita? —lo tomó de la mano. —porque aún no tenemos una.

—¡Si! —grito emocionado.

Una pelinegra preparaba todo para el ataque, sonrió al ver la pistola y lo que tenía adentro miró a los demás los cuales también se alistaban.

—Recuerden que el humano debe de estar vivo. —los vio sería.

—La misión es el vampiro. —la vieron.

—El humano es mío. —los vio a todos. —nadie lo toca entendieron.

Todos asistieron ella sonrió mientras se ponía labial en su boca ya faltaba muy poco para que el humano fuese suyo y lo haría enfrente de Jimin el cual lloraría y gritaría.

—Me lo voy a coger enfrente de tus ojos Jimin. —rio. —cómo lo convertiré y lo haré mío.