Inmortal [Y.M] [✓]

41

En aquel lugar solo se podían escuchar los fuertes gemidos que ambos chicos soltaban, no se preocupaban que los escucharan, pues ellos no se encontraban en la casa, sino que estaban dentro del bosque. Ellos ya habían creado una extraña tradición de ir cada viernes a acampar al bosque y pasarla ahí riendo y dándose suaves caricias mientras se susurraban un te amo.

—Ah~. —gimió el peli naranja.

—Te amo Jimin. —dijo el pálido.

—También yo. —sonrió mientras mostraba sus colmillos.

—Hazlo. —sonrió el pálido.

Jimin acercó su boca al cuello del pálido mientras hacía presión y saboreaba la sangre del pálido al terminar, Yoongi salió con sumo cuidado del interior del chico el cual cerró los ojos y sonrió.

—Gracias. —hablo.

—¿Por? —dijo con los ojos cerrados.

—Por no dejarme. —susurro. —a pesar de ser lo que soy.

—No fue tu culpa. —lo atrajo a él. —pero eso permitió conocernos.

—Lo sé. —sonrió el joven vampiro.

—¿Nos vamos ya? —preguntó.

—Cinco minutos más. —respondió el chico.

El otro no dijo nada solo sonrió y cerró los ojos para dormir con su pareja, ellos seguían en su burbuja hasta que un sonido despertó al peli naranja él cuál miro fuego a lo lejos se levantó rápido al igual como lo hizo el pálido ambos se vistieron y corrieron a la casa la cual se incendiaba.

—Jungkook. —quiso entrar el pálido, pero el otro lo detuvo.

—No están ahí. —hablo.

—¿Cómo lo sabes? —quiso soltarse.

—Debemos irnos. —tomó la mano del pálido.

—Pero. —dijo y Jimin lo detuvo.

—Confía en mí. —le dio un beso —ninguno de ellos está ahí.

El pálido vio la casa y asintió ambos se fueron de ahí, Jimin conocía un camino que lo llevaría lejos de ahí él se detuvo y vio al pálido.

—Dame tu chaqueta. —dijo y el pálido obedeció.

Él vio como el chico se la ponía, él no dijo nada, Jimin lo abrazó y suspiró.

—Rastrearon mi aroma. —dijo. —con su aroma los perderé.

—Claro. —hablo el pálido.

—Venga. —tomó su mano. —iremos donde Rose.

—¿Rose? —levantó una ceja.

—Es familia de Jin hyung. —hablo. —él debe de estar con ella.

—Claro. —dijo.

Ambos chicos iban hablando para pasar el rato, pero también iban alertas por cualquier ataque, el vampiro llevaba en su espalda al pálido él ser de noche iba dormido él iba caminando hasta que vio la casa sonrió

—Están a salvo. —sonrió.

[...]

—No hay rastros. —hablo. —desapareció al interior del bosque.

—Es inteligente. —sonrió el hombre.

—Lo están buscando. —lo vio. —el último rastro indica que van al oeste.

—Bien, los quiero a todos listos. —se giró.

—Como diga. —hablo.

—Necesito que lo traigan vivo. —sonrió.

Los que estaban presentes asintieron para salir de ahí y buscar al chico, el hombre sonrió al ver un mechón de cabello lo olió y sonrió.

—Que inicie el juego Jimin. —relamió sus labios.