Inmortal [Y.M] [✓]

34

Al llegar a la casa del castaño todos entraron para dirigirse al sofá ninguno decía nada Jimin se levantó y se acercó al castaño.

—Pensé en el camino. —dijo. —ya tomé la decisión.

—No dejaré que lo hagas. —lo vio. —es una locura.

—Es lo mejor. —hablo. —y me arrepiento de muchas cosas.

—Esto siempre iba a ocurrir. —dijo. —vayan a descansar mañana hablaremos.

Jimin asintió, los demás lo siguieron, abrió una habitación y lo vieron.

—Tae puedes dormir aquí con Jungkook. —dijo. —a la derecha está el baño.

—Perdón. —hablo el pelinegro. —te juzgué sin conocerte.

—No importa. —dijo. —pero haré todo lo que esté a mi alcance para protegerlos.

Los chicos ya no dijeran nada se despidieron y entraron Jimin vio al pálido tomó su mano y lo llevó a la que era su habitación entraron y cerró con seguro. Al girarse sintió los labios del pálido en los suyos él se dejó cargar hasta llegar a la cama él miraba desde abajo al pálido tocó su rostro y luego la marca.

—No dejaré que te entregues. —hablo.

—Tú. —dijo. —¿Cómo?

—Desde que hicimos el lazo. —hablo. —sabía todo.

—¿Por qué esperaste hasta hoy? —preguntó.

—Porque sabía que me lo dirías. —respondió. —prometí cuidarte y lo haré.

—No quiero que te mate. —negó.

—¿Y ser un esclavo? —hablo. —lucharemos juntos y ganaremos.

—Tengo miedo. —hablo. —de que te pierda.

—No lo harás. —sonrió. —lo sé y es lo único que importa.

—Si algo sale mal. —trago saliva. —quiero que sepas que te amo con todo mi corazón.

Yoongi sonrió y lo beso era un beso lento cargado de amor y ternura, el pálido se levantó de encima de él para abrazarlo y cerrar los ojos.

—Juntos en todo. —susurró el rubio.

—Juntos en todo. —dijo el pálido.

Ellos se quedaron ahí acostados en la otra habitación estaban los dos chicos el pelinegro miró de reojo al castaño el cual estaba viendo al balcón mientras pensaba en toda la situación.

—Tae. —lo llamó.

—Si. —lo vio.

—¿Por qué? —preguntó.

—Jimin no me obligó. —respondió. —lo decidí yo.

—Pero. —guardó silencio. —¿Mi hermano sabe?

—Si. —respondió mientras dejaba salir un suspiro. —la idea de que estuvieras en peligro yo por eso lo hice.

—Pero sabes que ahora moriré. —se acercó. —y tú no.

—Lo sé. —asintió. —Jimin también lo sabe y tiene una decisión y yo también la tomaré.

—Ya veo. —lo abrazo.

—Pensé que me odiarías. —susurro.

—No puedo odiarte. —hablo. —eres importante para mí como sé que lo es Yoongi para Jimin.

—Haré todo por protegerlos. —dijo. —en especial a ti.

El pelinegro sonrió y asintió para volver a abrazar el chico, Jimin por su parte abrió los ojos y se levantó de la cama para dirigirse a la ventana miró a la luna y luego al pálido el cual seguía dormido.

—¿Qué debo hacer? —se preguntó. —si me quedo morirás y si me voy lo harás de igual manera.

—Lo sé. —escucho decir. —pero lo valdrá.

Él miró como el pálido se sentaba en la cama mientras lo miraba él se acercó y se sentó en la orilla para verlo.

—Tengo miedo. —hablo. —mucho más que el que tenía.

—Lo sé. —le acarició el rostro. —pero juntos lo superaremos.