Inmortal [Y.M] [✓]

40

Él abrió los ojos al recordar ese momento, se sentó en la cama y vio que aún era de noche tocó la cama, pero no vio al pálido se preocupó al no verlo, pero al verlo salir del baño corrió a abrazarlo.

—Jimin. —lo alejo.

—Creí que se había ido. —susurro.

—Solo fui a orinar. —hablo. —jamás te dejaría

—Perdón es que con todo esto ya no sé qué pensar. —susurro. —me siento tan perdido.

—Descuida. —sonrió. —no dejaré que eso vuelva a pasar.

Jimin sonrió y tomó la mano del pálido para entrelazarlas y caminar a la cama, Yoongi se sentó en ella y Jimin en su regazo el cual mantenía su rostro escondió en el cuello del pálido él estaba sonriendo mientras le susurraba cosas dulces.

—Hyung. —hablo.

—Si Jimin. —dijo.

—¿Cuándo todo esto acabe? —preguntó. —¿Qué hará?

—Mmm. —dijo. —no sé si seguir cuidando de ti o tú de mí.

—Podría rehacer su vida. —hablo. —sin mí.

—Ya hablamos de eso. —lo alejo para verlo. —seguiremos siempre juntos.

—Usted cambiará será adulto. —bajo el rostro. —mientras yo seguiré teniendo 18.

—Lo sé. —hablo. —pero no me va a importar.

—Te verán mal. —dijo.

—Amor es amor. —sonrió. —y yo no te voy a dejar ir.

Ambos se volvieron a besar lento Jimin comenzó a quitar la camisa del pálido para volver a besar la marca y clavar sus colmillos en ella una pequeña línea de sangre recorrió el hombro del peli menta, pero Jimin la recogió con su lengua para dirigirse a la boca del pálido. Yoongi le quitó la camisa para besar el cuello y Jimin cerró los ojos por el placer que sentía, él se encontraba encima del pálido el cual lo besaba mientras le acariciaba la espalda. Jimin comenzó a sentir algo que lo quemaba por dentro lo que provocó que se alejara bruscamente del pálido quedando en el techo, Yoongi lo vio agitado y preocupado a la vez.

—Yo. —dijo mientras bajaba del techo. —perdóname.

—Tranquilo. —mientras se acercaba a él y tocó su hombro.

Jimin al sentir ese tacto lo empujó con fuerza provocando que él fuera a parar en la pared ganándose un fuerte golpe.

—¡Yoongi! —gritó mientras se acercaba a él.

—Mierda. —se quejó el pálido mientras tocaba su cabeza.

—Yo perdón. —se levantó y corrió a la puerta. —¡Jin! —grito.

El chico corrió al llamado y vio al chico en la pared la cual tenía sangre no preguntó nada solo levantó al chico y lo llevó a la sala donde tenía una pequeña clínica sentó al pálido mientras miraba la herida.

—Fue un accidente. —hablo el pálido.

—¿Qué pasó? —dijo mientras le limpiaba la herida.

—Ah. —se quejó el pálido. —nos estábamos besando luego él quedó colgado del techo.

—Ya veo. —dijo. —¿Qué más?

—Parecía alterado, me acerqué y me empujó. —hablo. —solo eso.

—Okay. —dijo mientras terminaba de cocer la herida. —no fue nada grave.

—Jin. —lo vio.

—Si. —dijo.

Ambos hablaron el otro solo asintió y salió al hacerlo el chico entró y lo abrazó mientras lloraba.

—Perdón. —dijo. —perdón.

—Ya lindo no fue nada. —le beso la frente. —solo fue un accidente.

—Es esto lo que temía. —susurro.

—Pero ya pasó. —le acarició la mejilla. —no llores.