Papa.

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Capitulo veintiocho.

Alcohol. Es la cura para los pesares -o eso dicen-, y yo tengo bastantes, al menos en este momento.

No tengo idea de que hora es, solo que ya paso la media noche, Kate está dormida en mi cama y Math esta tirado en el suelo hablando solo, bueno, no tan solo, con la botella de whisky.

Morgan, Vanessa y yo estamos sentadas en la puerta de la habitación con algunas latas de cerveza vacías a nuestro alrededor y otras recién abiertas.

Kate se quedó dormida hace como dos horas y Math esta tan borracho que se olvidó de nosotras. Las tres restantes estamos ebrias, bastante, pero no como ellos. Aún estamos lo suficientemente conscientes como para hablar y hablar de más.

–Creo que... – balbucea Vanessa, que sobra decir es la más ebria de las tres – creo que es hora que hablarnos de lo que paso.

–Estoy de acuerdo – secunda Morgan señalándome –, los demás ya están inconscientes así que es hora de hablar, Jenn. Somos todo oídos, bueno, yo más que ella – dice señalando a nuestra casi inconsciente amiga.

–¿Por qué quieren hablar de eso? – reprocho – No había pensado en él desde que ustedes llegaron.

–Es necesario mujer – ínsita Morgan –, ya habla.

–Está bien – pongo los ojos en blanco y le doy un largo trago a mi cerveza – ¿Recuerdas el día de la playa? Cuando saliste corriendo a mitad de la calle y me abandonaste ¿Lo recuerdas? – Morgan asiente y Vanessa la mira – Pues ese día, cuando casi muero de un paro cardio-respiratorio, alguien me ayudó.

–Jostin – termina Vanessa por mí.

–Exacto, un rato después, cuando podía respirar de nuevo, me soltó la bomba – explico dando otro trago a mi bebida –. Dijo que tenía que fingir que teníamos algo, que estábamos saliendo.

–Eres idiota ¿verdad? – pregunta Morgan con una ceja arriba – ¿Por qué mierda lo aceptaste?

–Porque no tenía opción.

–¿Cómo qué no? – secunda Vanessa – Solo tenías que decir que no.

–¿Me van a decir ustedes que tenía que haber hecho? – pregunto irritada – O ¿Puedo continuar?

–Sí, si – la mano de Morgan impacta con la boca de Vanessa haciéndola callar –. Tu continua, yo la callo.

–No podía decirle que no – continuo –, porque quería ir por ahí contándole a toda la ciudad que llevo años teniendo ataques de pánico.

–¡¿Qué?! – gritan las dos al mismo tiempo.

–Shhhhh – las hago callar para no alertar al zombi de mi mejor amigo.

–¿Cómo mierda se enteró ese bastardo? – gruñe Morgan furiosa.

–No tengo ni una jodida idea, ya quisiera saber quién mierda le dijo. No seguiría vivo, ténganlo por seguro – amenazo –. El punto, es que no tenía opción, tuve que aceptar si no quería que todo el planeta se enterara.

–Por dios – murmura Morgan negando con la cabeza –, firmaste un pacto con el diablo.

–El resto es historia –digo ignorando el comentario de Morgan –, tuve que hacer las cosas que me pedía, desde la cita hasta fingir que no lo detestaba con cada célula de mi cuerpo...

–Espera – interrumpe Vanessa, ya lo suficientemente consciente –, estás hablando en pasado ¿Ya no lo odias?

Me paso las manos por la cara, ni siquiera puedo odiarlo. Es imposible hacerlo, mentiroso o no, ha estado en mi vida desde hace más tiempo del que pensaba y siento algo por él. Negarlo es estúpido.

Entre Tu Y Yo  © [Completa ✔️]Where stories live. Discover now