Herido para sincerarse

232 19 1
                                    

Capítulo treinta y dos.

Jostin.

Hace una semana.

Debí seguirla. ¿Por qué mierda no lo hice?

Porque solo pienso en mí.

Otra vez.

Desde que Jenny salió de la cabaña he mantenido una lucha interna conmigo mismo en si debo o no buscarla. Una parte de mí -la mayor parte- quiso salir esa noche detrás de ella y suplicarle que no se fuera, que me perdonara por lo que dije y me diera otra oportunidad de explicarle todo. La otra parte cree que ella está mejor sin mí afectando cada decisión que debe tomar.

Ya paso una semana desde ese día, he esperado verla y que me grite o intente golpearme, pero no lo ha hecho. Simplemente hace todo lo posible por evitar cualquier contacto conmigo.

En todo el tiempo que ha pasado, no me he esforzado en buscarla; la batalla en mi interior de hace unos días fue ganada por la parte de mí que no quería seguirla, bueno, no que no quería, solo esa parte que, aunque quería buscarla creía, y cree aún que ella está mejor conmigo lo más lejos posible.

–Jostin – la voz de mi hermano resuena desde el otro lado de la mesa sacándome de mi ensimismamiento.

–Eh ¿Qué? – pregunto desorientado.

–Ay por dios – se queja él mirando hacia donde yo lo hacía hace unos segundos –, ya deja de acosarla. Toma una maldita decisión y ve a hablarle, o no lo hagas, pero deja de mirarla todo el tiempo, pareces psicópata.

–No sabes de lo que hablas – alejo la vista de la espalda de la chica y vuelvo a centrar mi atención en la carne plastificada a la que llaman almuerzo.

–Si que lo sé – asegura – y por eso mismo te lo digo. Lo que le hiciste es terrible, son más secretos de los que cualquiera podría soportar. Sé que no estarás de acuerdo, pero no te pido tu autorización, intentare hablar con ella– deja los cubiertos en la mesa para dedicarme toda su atención –, le diré que soy consciente de que mi hermano es un idiota y no tenía idea de lo que planeabas.

–Obvio – ruedo los ojos – y eso hará que todo mejore ¿verdad?

–Tal vez no – alza los hombros restándole importancia –, pero creo que para ella es mejor una verdad en medio de tantas mentiras.

Bufo y me paso las manos por la cara volviendo a mirar a la chica; no parece estar afectada en lo más minino por lo que pasó, al menos no mucho, ya que ha hecho todo completamente normal, como lo hace todos los días. Excepto por la parte en la que me dirige la palabra o siquiera la mirada.

Y yo, sintiéndome lo más poca cosa que existe pensando que todo lo que pasó la había afectado. Parece que el único afectado aquí soy yo.

Solo tengo una conclusión al respecto, soy un idiota.

El mayor idiota que ha pisado el planeta.

***

No sé exactamente cuánto tiempo ha pasado desde que llegué al estúpido baile, si soy honesto no se ni que hago aquí. Fui arrastrado por mi hermano, que no paraba de decir que venir sería una buena idea para despejar mi mente y salir de mi miseria autocompasiva de solo mirar a Jennifer desde lejos.

Soy consciente de que debería hacer algo, intentar explicarle o si quiera disculparme por lo que le dije, pero no puedo hacerlo. Y no sé por qué.

–Jostin – llama mi hermano desde la mesa de comida a unos metros –, levanta tu trasero de esa silla y al menos bebe algo.

–No – me levanto de la silla y doy media vuelta –, iré a tomar aire.

Entre Tu Y Yo  © [Completa ✔️]Onde histórias criam vida. Descubra agora