¡Feliz cumpleaños!

209 16 10
                                    

Capitulo cuarenta y dos.

La determinación con que esas palabras dejan sus labios hace que un escalofrío vuele por mi espina dorsal. Llevaba rato esperando escuchar eso, o algo que me indicara que así era y no era solo un absurdo juego de mi cerebro.

–Te amo, te amo, te amo – repite una y otra vez llenándome la cara de besos.

Sus brazos dejan mis muslos para ir a mi espalda y estrecharme aún más contra sí y mi cuerpo entero reacciona por fin, después de casi un minuto en el que ni mi corazón quería latir. Primero mis manos empiezan a sudar como si acabara de dejar caer un balde de agua sobre ellas, mi corazón revive y va a cinco mil por hora y en mi rostro se abre paso la sonrisa más grande y sincera que se ha registrado en la historia.

–Te amo, mierda, te he amado desde antes de todo esto y jamás deje de hacerlo, solo nunca tuve el valor de decirlo hasta ahora – susurra en mi oído causando que cada centímetro de mi piel se erice en respuesta.

–Por favor di algo – pide al notar que llevo dos minutos en silencio –, necesito sabes que me estas escuchando.

Al decir eso esconde la cara en mi cuello esperando una respuesta de mi parte. Juro que si mis cuerdas vocales me lo permitieran hablaría, le diría lo irreal que se siente esto y lo mucho que había esperado para escucharlo.

Pero las encargadas de reproducir de sonidos no se dignan a funcionar.

Malditas sean por no dejarme soltar algo justo ahora.

–Hey – dice ahora mirándome a los ojos con el ceño fruncido –, lo siento... yo... debí saber... tu no... ¡mierda!

Con cuidado toma mi cara entre sus manos por unos segundos, luego me suelta y baja la mirada. Da unos pasos atrás, con la cara entre las manos y se gira para darme la espalda.

–Ya lo sabía, debí quedarme callado, mierda yo...lo sien...

Antes de dejarlo terminar ya estoy envolviendo su cuerpo con mis brazos y negando con la cabeza pegada a su espalda.

Demasiado cursi.

–Cállate ahora o vas a arruinar todo – indico haciendo un esfuerzo sobrehumano para no sonreír y parecer seria –. Es mi turno de hablar.

Jostin da media vuelta aun conmigo abrazándolo y pone sus brazos en mis hombros para verme a la cara. En sus ojos esta ese destello tímido que tanto veía cuando éramos niños, ese miedo a ser herido o a que la respuesta que reciba no sea la que espera.

–¿Cómo es posible que creas que no te amo? – pregunto con mi mentón sobre su pecho y mis ojos en los suyos – Jostin, Marcus o como sea que quieras que te llame, joder, te amo y te amo como no te imaginas – su expresión se relaja y antes de permitirme decir una sola palabra más me envuelve en sus brazos.

–Aleluya – balbucea contra mi pelo –. No sabes el miedo que sentí.

–Puedo deducirlo – bromeo –. Pero me ofende que lo dudaras, solo me tomaste fuera de guardia cuando lo dijiste.

–Entonces... – deja la palabra en el aire con sus ojos fijos en mí.

Suspiro con fuerza, manteniendo la sonrisa en mis labios.

–Marcus Anderson, ahora Jostin Miller, te amo – digo –. ¿Entiendes? Te amo más de lo que podrías llegar a pensar.

–Yo más – debate pegando sus labios a los míos.

Es un beso suave, tierno y cargado de miles de sentimientos del uno al otro. Con un beso así no habría sido necesario la parte del susto o de las palabras, era todo lo que bastaba para demostrarlo. Es todo lo que basta.

Entre Tu Y Yo  © [Completa ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora