Consejos sabios

211 20 0
                                    

Capitulo veintinueve.

Jostin.

–Necesito ayuda.

–¿Qué necesitas exactamente?

–No sé qué demonios hacer, lo jodí todo.

La señora Crawford me observa con sus ojos analíticos y estoy seguro de que me molestaría si no tuviera a Jennifer metida en la cabeza. Al salir de su casa lo primero que hice fue venir directamente aquí, a buscar ayuda si es que eso se supone que hace esta señora.

Mi charla con la pelinegra no fue exactamente lo que esperaba, de hecho, no fue ni la mitad de lo que debió ser.

Solo quería que me escuchara, quería aclárale todo y que me creyera. Que supiera la maldita verdad de una vez por todas y que supiera que lo que ha pasado no estaba planeado. Demonios, esperaba que si quiera me dejara hablar.

–¿Qué pasó? – pregunta la mujer frente a mí.

No sé ni siquiera como demonios explicar lo que ha estado pasando, la señora Crawford no sabe la mitad de las cosas que pasan en mi vida y no quiero que lo haga, pero fue la primera persona en la que pude pensar en cuanto Jenny prácticamente me echó de su casa.

–Pasa que he vivido en una mentira por más de seis años – empiezo, por alguna razón siendo completamente sincero –, que no soy lo que todos creen, que mis padres no son mis malditos padres porque mis padres reales murieron hace ocho años en un estúpido accidente. Pasa que acabo de joder lo único bueno que me ha pasado en mucho tiempo y que no hay manera de solucionarlo.

Los ojos de Sara Crawford están posados en los míos haciéndome sentir más pequeño que nunca. La impotencia corre por mis venas y no puedo contenerla, me siento el ser vivo más estúpido que ha pisado este planeta y por más que lo pienso no veo manera en que Jenny acepte escucharme, no lo hizo hace una hora ¿Por qué lo haría después?

No hay razón.

–Entonces... – solo me mira, atónita – ¿Quién eres en realidad, Jostin?

–Mi nombre es Marcus – la corrijo y sus ojos se abren hasta casi salirse de sus orbitas –, el verdadero.

–Bien...

–Dígame como quiera, pero ayúdeme – la corto al ver que no sabe cuál de mis dos estúpidos nombres debe usar.

–¿Por qué vives en una mentira, Jostin? – pregunta, de nuevo con su actitud analítica.

–¿Por qué? Creo que el hecho de tener dos nombres debería darle una maldita idea de eso.

–Lo hace, pero dilo. Di que es exactamente lo que te molesta.

–Lo que me molesta – repito.

¿Lo que me molesta? Mierda, justo en este momento todo me molesta. Desde lo más mínimo como saber que Math posiblemente ya está enterado de la mitad de todo este rollo y me matara mismo me vea hasta la idea de perder lo único que me queda de mi vida anterior, hace ocho años antes de que todo se fuera al demonio, a Jennifer.

–Emma, cancela la siguiente consulta, creo que esto tardará – dice la voz de mi psicóloga con el auricular del teléfono contra su oreja y sus ojos aun fijos en mí.

–Perdón – le digo –. No debí venir aquí, solo no sabía a donde más ir.

–No te disculpes, Jostin – me relaja, poniéndose de pie –. Soy tu psicóloga y hare lo que necesites para ayudarte.

–Gracias.

La mujer camina hasta mi lado y se deja caer en el sillón a unos centímetros de mi cuerpo, pone las manos sobre sus piernas y sus iris azules chocan con mis iris negras.

Entre Tu Y Yo  © [Completa ✔️]Where stories live. Discover now