Forty One (1/2)

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Cuando tienes hermanos las cosas cambian conforme crecen. Si tienes un fuerte lazo con tu hermano o hermana, seas mayor o menor será dificil. Cuando eres pequeño te peleas por cosas estúpidas y a los minutos corres junto a él. Incluso cuando eres mayor. Peleas por quién tomó la última bolsa de papas o quién ha tomado el control remoto cuando tú pensabas tomarlo, ¿Que pasa después? estás junto a él/ella contándole el chisme de la semana. Así es la vida, así es una vida con hermanos.

Y es cierto que no todos son así, algunos son unidos otros distantes, otros andan en su propio mundo y otros más se odian.

Pero no era el caso de Seokjin y Namjoon.

Seokjin era el mayor, siempre fue muy tranquilo, callado y tímido. Siempre veía a los niños jugar y por mucho que quisiera no se única a ellos porque le daba miedo. Cuando nació su hermano este siempre resaltó por ser alegre y hablador, no importa cuántos años tuviera, hablaba sin parar con niños, adolescentes, adultos y ancianos. Siempre envidio eso de él, esa facilidad para socializar, y creyó que Taehyung sería el típico muchacho que casi nunca estaba en su casa mientras él veía malas películas románticas.

Pero no fue así, su pequeño hermano siempre estaba pegado a él, incluso cuando Seokjin trataba de apartarlo a toda costa, y es que no le molestaba su presencia pero no quería que su hermano se volviera como él. Sin embargo Taehyung se la pasaba presentándole amigos, llevándolo a fiestas, reuniones y consiguiendole citas.

Incluso cuando llegaba a marearle todo eso y se negaba a ir a las fiestas su hermano jamás lo dejó solo, podía contar sin dificultad las veces que se quedó con él importandole poco si era la fiesta "del popular" o las citas que canceló.

Y nunca se lo pidió, jamás se quejó de su soledad o de su falta de amigos. Jamás le detuvo pero aún así se quedaba.

A veces no lo entendía. No quería que se encerrara con él. Porque Taehyung tenía la oportunidad de vivir lo que el no podía, aún tenía esa oportunidad.

Tenía 17 años cuando sus padres empezaron a irse por mucho tiempo, 2 semanas, 3. 1 mes o 2 incluso hasta 4 meses. Su vida se había vuelto bastante difícil: tenía que levantarse mas temprano de lo usual para hacer el desayuno, dejar a su hermano en la secundaria y el llegar a tiempo a la preparatoria. Pasaba por su hermano debía hacer la comida y dejarla lista para después irse a sus trabajos nada fijos llegar en la noche hacer la cena, realizar sus tareas y luego dormir para la mañana siguiente volver a la rutina. Sus únicos días eran los fines de semana.

Pero claro, el se perdía de las mejores cosas, las salidas a los parques, a los museos, las fiestas. Sus novias lo terminaban porque solo le veían en la escuela, sus amigos dejaban de invitarlo porque sabían que no iría.

Siempre qué veía las fotos de sus amigos o de sus ex novias o novios solía bloquear el teléfono y leer, o dormir. Su juventud se estaba desperdiciando y no se lo callaría más a sus padres.

Una noche después de mucho estudiar se dirigió a su habitación, en el camino escuchó un suave sollozo, muy bajo que si no fuera por el espantoso silencio de la gran casa no lo hubiera escuchado. Ese sollozo venía del cuarto de su hermano.

Lo escuchó durante unos minutos y cuando se armó de valor el menor se sorprendió de que estuviera despierto.

En las noches lloraba en silencio y jamás se lo reprochó a sus padres. Lloraba con la carga que le estaban poniendo pero nunca lo dijo. Quizás tenía que ser fuerte, tenia que ser la persona que abrazaba a su hermano en los momentos difíciles, esa figura de serenidad, valentía, madurez y todo lo que conllevaba a ser un adulto, todo, a la edad de 18 años. Para ese lapso el se había vuelto la autoridad en el hogar inclusive cuando sus padres regresaban el joven Taehyung le avisaba a Seokjin sobre sus salidas, sus padres le felicitaron numerosas veces por todo eso y el permanecía en silencio.

Agust D » ʸᵒᵒⁿᵗᵃᵉᵍⁱМесто, где живут истории. Откройте их для себя