Capítulo 9: Tus deseos son mis prioridades

117 8 1
                                    

Nicolás

El tratar de acercarme a Vaiolet ha sido demasiado difícil. Su vida sigue siendo un laberinto sin salida, todo lo que acontece es como si de una película de terror se tratase; misterios sin resolver, fantasmas del pasado y pistas que nunca nos llevan a algún lado.

Tengo que hacerla olvidar por un momento todos los malos momentos que ha pasado desde que llegamos al pueblo. Pero como borrar de la mente esa terrible crisis que le dio a Evan cuando estábamos en casa de Maia.

Todo es muy extraño

─ ¿Entrarás a darte una ducha? ─ pregunto, pero no se molesta en contestarme pues está hundida en sus pensamientos mientras lee un libro.

Me quito la playera dejando ver mi definido torso desnudo cubierto de tatuajes que me he ido haciendo con el paso de los años. Siento su mirada que analiza cada parte de mi cuerpo.

─ ¿Y esos tatuajes?

─ ¿Qué tienen mis tatuajes?

─ El Nicolás que conocí hace años en su vida pensaba en realizarse uno

─ Ese chico escuálido no es el mismo que ves ahora ¿no? ─ desabrocho mis pantalones, pero hace un ruido con su garganta.

─ Soy una mujer que tiene pareja, desnúdate en otro lado.

─ Sólo estas tú, no es como que me vayas a hacer algo por verme desnudo

─ ¡Vete Nicolás! ─ grita sonrojándose mientras trata de mantener su vista en el libro.

─ Como quieras─ termino de desabrochar mis pantalones, caen a mis pies junto con mis bóxeres y me dirijo al baño.

Siento que cierran la puerta detrás de mí, pero cuando me volteo a ver qué pasa, se encuentra una Vaiolet envuelta en una toalla con los ojos vendados.

─ Cambie de opinión, quiero bañarme yo primero

─ No juegues Vaio, te pregunte antes de que yo entrara

─ ¡Quiero ducharme yo primero! ─ dice como una niña pequeña, entra a la regadera y me obliga a cerrar los ojos pues quedará completamente desnuda.

─ No eres la única que puede jugar a ese juego─ entro a la regadera junto a ella con los ojos cerrados, mientras ella comienza a maldecirme en miles de idiomas diferentes por segundo.

─ Ni se te ocurra tocarme de algún modo, porque te mato pedazo de imbécil─ me amenaza, pero sé que no puede hacerme daño.

─ Eso no decías hace diez años cuando tú fuiste la que me pedía que te tocara, ¿acaso lo olvidaste poli? ─ le susurró al oído mientras el agua cae por nuestros cuerpos.

─ No... no me toques─ cierra los ojos para no mostrar ninguna vulnerabilidad ante mi tacto por su espalda que baja lentamente por su espina dorsal.

─ ¿Segura que no quieres que toque ningún lugar de tu hermoso cuerpo Vaiolet? ─ subo mi dedo hasta su cuello y ella me da espacio para que siga por su pecho, vuelvo a descender por un lado de su tórax hasta llegar a la cadera. Muerde sus labios, sé que quiere más pero no lo haré por dos cosas: la respeto demasiado y ella dijo que no quería que la tocara.

─ Tienes razón no debo tocarte, eres una mujer prohibida─ le susurro en la oreja y ella despierta de la relajación ante mis caricias. Su mirada es de una mujer ofendida por mis palabras, abre la boca para decirme algo, pero salgo lo más rápido posible antes de hacer cualquier cosa de la que me pueda arrepentir.

─Tus deseos son mis prioridades, poli─ cierro la puerta en su cara y sólo escucho un grito de desespero dentro de ese baño.

Pronto haré que olvides de tu vocabulario el nombre Noah...

Hola chicxs para unirte a la comunidad y enterartede actualizaciones, memes y dedicatorias sígueme en mi INSTAGRAM:@jackhousewattpad

Dulce Sabor InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora