Capítulo 27: Cruda Realidad

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Vaiolet

Tuve que volverme a reencontrar con Noah para que uno de sus amigos nos hiciera el favor de llevarnos lo más rápido posible en helicóptero al pueblo. Ni siquiera le tome importancia pues solo pienso en la desaparición de mi padre, no importa que me haya hecho daño, es mi única familia.

Me arrepiento de haberle dicho tantas palabras ofensivas...

Él asesinó a mi madre y desapareció por diez años de mi vida...

¿cómo poder perdonar algo así?

Mi mente en estos momentos es un desastre. Observo a Nicolás, no me ha dirigido la palabra pues se encuentra molesto por que a pesar de lo que me hizo Noah lo busqué para que nos ayudara. Pero no me importa, lo más importante para mí es encontrar a mi padre con vida.

Llegamos a casa primeramente para cuestionar a Candela sobre lo que paso momentos antes de que Evan saliera de aquí.

─Decía incoherencias pues estaba muy drogado, pero no era la primera vez que tenía este tipo de crisis─ nos cuenta Candela, se le puede ver cansada con su cabello rubio despeinado y unas enormes ojeras la acompañan en su pálido rostro.

─Eso es cierto, lo había visto algo extraño estos últimos días no sé qué le pasaría por su mente, tal vez era su conciencia

─Un asesino no tiene conciencia─ dice Noah en tono burlesco.

─El dia que fuimos a buscarte casi asesina a Mark por bromear con la muerte de Maia─ dice Nicolás ignorando lo que dijo anteriormente Noah.

─Por eso le dispararon en la pierna, quería matar a mis hombres sólo por su locura

─¡Cierra la boca Noah! Mi padre no estaba loco, tenía muchos problemas, pero nunca decía nada

─¿Por qué hablan en pasado? El todavía sigue entre nosotros, es un hombre muy vulnerable que ha sufrido mucho y por eso tenemos que encontrarlo para ayudarlo

─Lo peor que pudo hacer Evan ya está hecho, no entiendo por qué se puso así

─Fue por ti Vaiolet, tus palabras lo hicieron mierda─ me dice de forma grosera por primera vez Candela, le miro con los ojos llorosos y su gesto cambia a uno más amable.

─Perdón, te entiendo tú también has sufrido por que lo que hizo Evan, pero fuiste muy dura con tus palabras y no estoy diciendo que sea tu culpa, sé que son consecuencias de sus acciones, pero no ha sabido cómo manejarlo y por eso nos encontramos en esta situación─ me toma del brazo, su piel se encuentra tibio, esta mujer realmente produce mucha paz.

─No te preocupes Candela, lo encontraremos─ dice Nicolás tocándole el hombro, ella sólo le regala media sonrisa.

Nos adentramos a otro de los autos que poseía Evan y conducimos por el pueblo preguntándole a las personas si no lo habían observado. Mostramos una foto de él, pero nadie lo conocía ni nos daban una pista de donde pudiera estar.

La noche nos alcanzó, pero eso no detendría mi búsqueda. Estamos recorriendo las afueras del pueblo, por la ventana ilumino con una lámpara los alrededores de la carretera, pero sólo puedo ver árboles, esqueletos de animales y basura. Hasta que veo un algo de metal en el fondo.

─ ¡Noah para el auto! ─ frenamos muy rápido, bajo del auto corriendo para ver que es el objeto metálico. Es una persona que al parecer tuvo un fuerte accidente.

─Alguien tuvo un accidente─ Nicolás toma la lámpara y se acerca cada vez más al auto, mis piernas tiemblan pues no quiero confirmar lo que estoy por ver. Escucho un chillido de Candy cuando la lámpara ilumina el auto.

Dulce Sabor InmortalOù les histoires vivent. Découvrez maintenant