Capítulo 10: Candela en la pista de baile

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¡En la parte de arriba les dejo el link del baile de Candela para Evan sigan leyendo Killers!

Evan

No he salido de mi habitación en varios días. Puedo sentir que me estoy volviendo loco en este encierro, no sé cuántos días más podré estas oculto para que no me encuentren esos bastardos.

Mi cabeza da muchas vueltas, el alcohol ya se acabó, tendré que salir a comprar encubierto pues es la única manera de no pensar en nada mientras me escondo entre las sombras.

Me coloco una de las sudaderas negras que tenía en el armario de hace años, tomo unas gafas negras de aumento debido a que con el paso de los años me he quedado un tanto ciego.

Necesito algo de diversión para esta noche. Camino por el pueblo, ya está oscureciendo y puedo sentir las miradas de extrañeza que me tiran en la cara.

Una patrulla se me cruza por el camino mientras encienden las luces en mi cara lo cual provoca que me cubra el rostro.

─ ¿Se encuentra bien, señor? ─ dice el policía dirigiendo su lámpara a mi rostro.

─Estaré mejor si retira su luz de mi rostro─ le digo algo divertido.

─No lo reconozco, ¿es nuevo en la zona?

─Si vine de vacaciones con mi hija y su esposo, viaje familiar.

─ ¿Me permite su identificación?

─Claro─ le digo mostrando una de mis identificaciones falsas.

─ ¿David Frank?

─Afirmativo, oficial si me permite, tengo que irme, pero no sin antes preguntarle ¿hay algún lugar de diversión para adultos? ─ me mira de pies a cabeza como analizando mi pregunta, cambia su gesto tenso a uno divertido y muestra una sonrisa cómplice a su pareja.

─Aquí entre nos si camina dos calles al norte encontrará un bar, no es de lujo, pero estoy cien por ciento seguro que encontrara diversión con muy bellas damiselas, sabe a lo que refiero─ guiña el policía y sonrío para ganarme la simpatía y se largue de una vez por todas.

─Claro, justamente lo que estoy buscando, muchas gracias oficial

─Muy bien señor Frank, que disfrute su estadía en nuestro pueblo, estamos a sus órdenes

─Muchas gracias oficial─ estrecho su mano haciendo contacto físico con el torpe policía y ya lo tengo comiendo de mi mano.

─Duerma un poco más ya que tiene los ojos rojos─ sé que se dio cuenta que no estoy muy sobrio, pero solo me limito a asentir con la cabeza.

Sigo mi camino sin rumbo alguno hasta que escucho un sonido de música bastante fuerte. Volteo para ver de qué se trata, es un bar del que tanto me recomendó el estúpido policía.

La curiosidad a veces nos lleva a lugares que pudimos haber evitado conocer, pero muchas veces puede resultar no tan malo.

Por dentro es algo oscuro, pero hay demasiadas luces colores neón, los hombres le aplauden a una jovencita que parece ser de la edad de Vaiolet.

Sólo quiero beber un poco de alcohol y aunque la música de este lugar no es la mejor, es un buen distractor potencial que tendré para relajarme del encierro.

Presentan a una mujer que por la descripción es demasiado hermosa y al parecer su acto es el principal de la noche.

─ ¡Y con ustedes Candela! ─ grita el presentador y sale una mujer rubia de ojos azules, nada diferente a las mujeres nativas de este lugar. Viste de forma que las personas normales llamarían "sensual" a un traje de encaje negro.

Dulce Sabor InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora