Like We Used To » Harry Styles

Capitulo 11

Elizabeth disparó su cabeza hacia Harry para ver si estaba bromeando. Su cara era recta y seria.

Ella se rió, fregando otro plato, "¿Qué? No puedo ir contigo"

"¿Por qué no?" Preguntó: "Lo dijiste tú misma, puedes trabajar desde casa. ¿Por qué no lo llevas conmigo al tour?"

"¿Estás loco?"

"¿Por favor?" Harry sonrió, con las manos juntas como si estuviera rogando: "¡Será divertido! Vamos, tengo que volver a verte. No quiero que te vayas ahora" Elizabeth lo miró fijamente a los ojos, buscando palabras. Toda esta semana se sentía como si hubiera venido directamente de una cursi comedia romántica. Estaría mintiendo si dijera que no quería ir. No sólo para pasar más tiempo con Harry, sino también para ver cómo era todo su mundo ahora. Pero no podía evitar su vida real para siempre. Ha estado viviendo en esta vida de cuento de hadas por mucho tiempo.

"Harry", Elizabeth suspiró, "No puedo. Lo siento". Cuando vio la decepción en su cara trató de explicarse: "No es que no quiera ir, porque sí quiero. Y aprecio la oferta, pero no puedo dejar toda mi vida por un capricho por ti. Todavía no estoy del todo segura de lo que pasa entre nosotros y creo que tú tampoco lo sabes. Necesitábamos este fin de semana para reconectarnos, pero también creo que fue fácil para nosotros quedar atrapados en el momento en que nos vemos obligados a vernos las veinticuatro horas del día durante casi tres días. Necesitamos el tiempo de separación para averiguar qué es lo que realmente queremos de esto" Harry escuchó atentamente. Tomando cada palabra que Elizabeth dijo. Ella tenía razón, y él lo sabía.

Su lenguaje corporal se relajó y finalmente dijo, en broma, "Vale, pero no lo dices porque fuera malo en la cama, ¿verdad?"

Elizabeth se rió, tirando la esponja húmeda que usaba para lavar los platos a él, "No, idiota. No es porque fueras malo en la cama"

"Claro, porque eso sería absurdo. Obviamente soy genial en la cama."

"El mejor", Elizabeth puso los ojos en blanco sarcásticamente. Los dos terminaron de lavar los platos, cogieron un paquete de Oreos y se dirigieron a la habitación de Elizabeth para hablar más. Habían compartido toda una manga de Oreos antes de que se dieran cuenta de que eran casi las 2 de la madrugada.

"Vale, quítame estas galletas antes de que me coma el resto del paquete" Elizabeth le empujó la caja a Harry."Probablemente me habría comido toda la manga yo sola si no estuvieras aquí para detenerme", admitió.
Elizabeth se rió entre dientes, "De acuerdo, tú. Sal ahora mismo. Necesito ir a la cama"

"¿Qué? ¿Otra vez no te quedas a dormir? Pero es nuestra última noche" Harry hizo un puchero, levantándose de la cama.

Elizabeth lo acompañó hasta la puerta y la abrió: "En absoluto"

"¿Ni siquiera un beso de buenas noches?"

Sacudió la cabeza: "No veo velas ni pétalos de rosa"

"Bien", se puso de pie, inclinándose en la puerta y sonriéndole, "pero todavía llevas mi camisa y me gustaría que me la devolvieras"

"Bien", concedió, imitando su sonrisa, desatando lentamente las puntas de la camisa y deslizándola, exponiendo sus pechos. Dejó que Harry le comiera el pecho un momento antes de empujar la camisa en sus brazos y cerrarle la puerta en la cara. Satisfecha con ella misma y con su reacción, Elizabeth sonrió y volvió a su bolsa para coger otra camiseta de dormir.

Hubo un ruido sordo en la puerta y la suave voz de Harry al otro lado gimió, "¡Tease!"Fue muy difícil para Elizabeth quedarse dormida esa noche, sabiendo que era su última noche viendo a Harry en el futuro inmediato. Harry seguía asegurándole que iba a volver a su vida para siempre, pero ella honestamente no sabía lo bien que esa promesa se mantendría cuando él volviera a su rutina normal. Le había dicho lo ocupado que podía estar a veces, especialmente cuando se preparaba para un nuevo álbum. Elizabeth sólo pudo dormir unas tres horas antes de que su alarma empezara a sonar. Eran las 7 de la mañana y todo el mundo tenía que salir de casa a las 10. Se tropezó con el baño, se dio una ducha rápida, dejó que su pelo se secara al aire mientras se maquillaba lo menos posible y se vistió con un sudor gris claro de cintura alta, una blusa negra recortada y una franela de gran tamaño.