Like We Used To » Harry Styles

Capitulo 30. Final

Este día podría haber sido mucho peor.

Concedido, sólo eran las 11 de la mañana.

Durante las semanas anteriores a este punto, la sutil sensación de pánico irracional se agolpaba en el fondo de la mente de Harry. ¿Se cortó el pelo de la manera correcta? ¿Su traje estaba bien confeccionado? ¿Estaba olvidando algo? Parecía que había hecho tan poco para prepararse, aunque sabía que eso no era cierto. Había asistido a muchos eventos antes, pero éste sería el más grande e importante, después de todo. Harry se cepilló el pelo con los dedos y alisó su chaqueta de traje rosa polvoriento y se aseguró de que sus pantalones de vestir azul marino estaban a la altura adecuada antes de agarrar su corbata floreada, poniéndola alrededor de su cuello. Respiró profundamente, inclinando la cabeza ligeramente hacia arriba para tener más espacio mientras la ataba, asegurándose de que caía perfectamente contra su botón blanco hacia arriba y retrocedió para ver mejor el conjunto.  La puerta se abrió de golpe y Harry se miró en el espejo mientras Jeffrey entraba vestido con un traje azul marino completo con una corbata rosa a juego con el traje de Harry y sonrió ampliamente, golpeándose una mano en el hombro.

"¿Cómo te sientes?" Preguntó Jeffrey, el sonido de las risas gritadas se nota más con la puerta abierta.

Harry respiró profundamente y sonrió, asintiendo con la cabeza: "Un poco nervioso, amigo".

Jeffrey se rió: "Actúas como si nunca hubieras estado frente a cientos de personas antes".

"Sí, esto es exactamente lo mismo", dijo Harry, sarcásticamente. Lewis asomó la cabeza a la puerta, vestido de la misma manera que Jeffrey, excepto que su traje seguía desatado.

Sus ojos se abrieron de par en par, agitando una caja bastante grande en sus manos, "Esto acaba de llegar para ti". Harry asintió con la cabeza, se acercó y agarró la caja de Lewis, siguiéndolo hasta la sala principal. Allí, vio a Mitch y Matt hablando en la esquina de la habitación, vestidos con el mismo traje que los otros dos con cervezas en la mano, mientras una mujer con una cámara rodeaba a todo el mundo, filmando.

Harry se sentó mientras los chicos se quedaban de pie para ver cómo Harry desenvolvía la caja y quitaba la tapa para ver una tarjeta encima de lo que parecía una sudadera con capucha negra. Sus ojos se arrugaron, mirando por la ventana al hermoso y cálido clima de mayo. Era demasiado agradable como para necesitar una sudadera con capucha. Pero al sacarla, sus labios se movieron hacia arriba y sonrió, reconociendo que era la sudadera que le prestó a Elizabeth la noche del desafío en la casa solariega después de la boda de Kate y Lewis.

Los chicos que le rodeaban claramente no entendieron el significado, pero Harry ignoró sus pensamientos verbales de confusión mientras abría la tarjeta, una foto de Harry y Elizabeth de 14 años se cayó, con él besando su mejilla tan fuerte que le hizo poner cara de pez. Se rió y leyó la tarjeta en voz alta.

"Mi amor, pensé que después de cuatro años podrías querer tu sudadera de vuelta. Me ha mantenido caliente por mucho tiempo. Supongo que ahora puedo compartirla. ¿Te gusta la foto? Fue hace 16 años, casi al día, y puedo recordarlo tan claramente en mi mente. Recuerdo que justo después de que se tomara esta foto, me diste tu anillo y me propusiste matrimonio en broma. ¿Recuerdas lo que dije?" Harry se rió. Su voz comenzó a quebrarse cuando empezó a emocionarse, leyendo la siguiente línea de la carta en voz alta, imaginando el momento en su memoria,

"Dije: 'No, porque no tiene sabor a fresa'. ¿Y qué hiciste? Corriste 6 cuadras de regreso a la tienda para comprar una paleta de colores con sabor a fresa, sólo para poder fingir que me propones matrimonio de nuevo. Típico de ti. A los 14 años, eras tan amable, atento y cariñoso como lo eres ahora a los 30. Siempre te esfuerzas al máximo para asegurarte de que yo sea feliz. Eres el mismo chico de 14 años del que me enamoré hace 16 años (pero con mejor pelo). No puedo esperar a tener más aventuras contigo. No puedo esperar a envejecer contigo. No puedo esperar a seguir intentando superarme con regalos. Y aunque no pueda superar ese "ring pop" de fresa, lo seguiré intentando. Tengo un regalo más para ti, pero tendrá que esperar hasta esta noche. Te quiero, cariño. Te veo en el altar.