Capítulo 14 // Harley's revenge

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—Oye— April me llamó en voz baja una vez estando todos en el auto. Diego hablaba con Justin y Madison estaba centrada en su teléfono— ¿Qué tramas?

—¿Quién? ¿Yo?— me hice la inocente.

—Harley, te conozco— me miró— sé que pasa cuando pones esa mirada y algo me dice que comienza por "darle celos a" y termina con "Logan"

Sonreí inocentemente— Logan ya me dejó claro que no quiere nada conmigo, ¿Verdad? Entonces no tiene porqué ponerse celoso de algo que no quiere.

—Chica mala— me sonrió— me gusta tu plan. ¿Qué harás? ¿Besar a Diego frente a todos?

—¿¡Qué!?— no me había dado cuenta que había gritado y todos en el carro me miraron. Negué con la cabeza viendo a April y saqué mi teléfono para disimular— no, no me besaré con nadie, voy a jugar limpio.

—Logan no jugó limpio contigo. Destruye a ese imbécil.

Solté una risita.

—Harley, April. Están susurrando mucho ustedes dos.

—¿Ya no podemos hablar?— ví como mi mejor amiga le respondió a Diego.

—Sí, pero incluyan a su amigo.

—Tú estás hablando con él de fútbol, ellas pueden hablar de sus cosas también— dijo Madison, April y yo la miramos fijamente. Ella notó nuestra mirada y frunció el ceño sin entender— ¿Qué? Es verdad.

April me miró y yo asentí. Algo me dice que Madison está tramando cosas y en eso involucra a uno de los dos chicos que aún no estoy segura quien será.

Logan o Diego.

Llegamos y nos bajamos de auto. Diego se bajó y me abrazó fuertemente alzándome un poco haciendo que algunos huesos de la espalda me tronaran.

—Diego, mi espalda— dije con dificultad.

—Oh, lo siento— el río y me bajó.

Estiré mi espalda y reí negando— oye, ¿Quieres salir hoy? Podría enseñarte la ciudad.

—Sería genial, catira ¿A qué hora?— él me sonrió y acaricio suave mi mejilla.

Carita es rubia, así dicen en el país donde nació Diego.

—Después de las cuatro ya que tengo un compromiso limpiando un sótano... Un castigo, más bien.

—¿Limpiando un sótano, Harley?— Diego se burló de mí— ¿Vuelves a California y ya te metes en problemas?

—Ay, por favor. Cállate— reí y lo abracé— nos vemos más tarde.

—Cuídate y no hagas más desastres. Eres un terremoto andante— le saqué el dedo sin dejar de reír.

No negaré que sigo teniendo un poco de atracción por Diego, pero con el tiempo ha disminuido más y sinceramente no me afectaría en nada verlo con otra persona. De hecho, le he dado consejos para mejorar en sus relaciones con las chicas.

Acomodo mi bolso en mis hombros y caminé subiendo las pequeñas escaleras para entrar al colegio. Sentí una presencia pesada y llena de furia, el aire se volvió tenso y volteé para encontrarlo a él.

Caminaba dando pasos fuertes, con esa seguridad que lo define y con su mirada oscura. Su bolso caía a un lado de su hombro y lo sostenía con una mano mientras que la otra volaba levemente cuando caminaba.

Y lo encontré en un cerrar de ojos frente a mí, su cabeza bajó hasta mi estatura y la mía subió a la suya.

Y lo siguiente que dijo fué:

Desde Ese Día ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora