Desde Ese Día ✓

Capítulo 42 // Niña

Buscábamos con la mirada a Harley, y hasta la llamábamos, el miedo me invadió porque no aparecía. No quería que nada le pasara, Harley se convirtió en mi mundo, ¡Mierda! ¡No quiero perderla!

—¡Derek!— lo llamé— pregúntale a las personas si la vieron.

—Pero creí que yo...

—¡Ahora, mierda! ¡Pregúntale a todos!— le exigí estresado.

Comencé a buscar por todas partes. En las afueras de la casa no la veía, con sus amigas tampoco estaba.

Joder, niña ¿Dónde te metiste?

Miré una habitación desde el jardín trasero y la luz se prendió. Estaban dos personas, pero una de ellas le estaba pegando a la otra y empujándolo.

Esa figura la reconocería en cualquier lugar, conozco hasta el más mínimo lunar de ella...

Justo un llamado me sacó de mis pensamientos.

—¡Logan!— Derek me gritó desesperado e hizo una seña para que fuera con él. Corrimos para subir por las escaleras pero estaba inundada de gente besándose y haciendo otras cosas que no me importaban en este momento. Empujaba a las personas que se atravesaban y ellas me insultaban, pero hacía caso omiso.

Llegamos al final de las escaleras y corrimos al final de la habitación. Intenté abrirla pero estaba con seguro.

—Quítate— miré a Derek y estampó una estatua de metal en la cerradura, haciendo que esta se rompiera y la puerta enseguida se abrió para que viéramos la escena.

Mi corazón dejó de latir y también dejé de respirar por un momento.

Pero todo el sentimiento de preocupación se convirtió en furia al ver cómo el hombre la forzaba en la cama para abrirle las piernas y ella no se dejaba. Todo en mí se convirtió en fuego y mi objetivo se volvió uno solo.

Agarré al imbécil de la camisa y lo jalé haciendo que chocara con un estante.

—¡Derek! ¡Llévatela ahora!— grité enojado. Ella se aferró abrazando a Derek llorando y él en seguida la cargó alejándose de ahí.

—¿¡Qué mierda estabas haciendo con mi novia!?

—Es una puta— mi puño chocó contra su boca, rompiéndole un diente. Él me miró con odio, soltó un gruñido y me dió un golpe en el estómago sacándome todo el aire. Aprovechó para agarrar una botella y alzó su brazo para lanzarmela pero le di una patada en su entrepierna rápido haciendo que cayera al suelo, retorciendo por el dolor.

Recuperé el aire que había perdido y le escupí en la cara.

—¡Vendré por ti a partirte la maldita cara! ¿¡Escuchaste!? ¡No vuelvas a hacerle eso a ninguna chica, maldito!— golpeé su cara varias veces y éste comenzó a temblar. Ví a un lado y fruncí el ceño. Genial, estaba consumiendo marihuana cuando se fumaba el cigarrillo.

Me detuve, porque si seguía, sabía que iba a matarlo. Lo dejé tirado en el suelo y limpié mi mano llena de sangre con la sábana blanca que estaba en la cama.

Salí rápido de la habitación y busqué a Derek con la mirada pero no habían señales de él. Corrí hacia las afueras de la casa e iba a llamarlo, pero mi mirada se centró en una rubia vomitando al lado de un árbol y con Derek a su lado. Fuí rápido hacia ellos y agarré su cabello en una cola mientras le acariciaba la espalda.

—Por Dios, que asco— Derek se quejó y lo ví fríamente.

—Tu fuiste quién hizo esto.

—¡Ya lo sé, coño!— exclamó cansado.