Capítulo 40 // Con la miel en los labios

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Les aviso cuando pondrán la canción! Disfruten el capítulo <3

—Harley— Mi mamá habló a través de la puerta de mi habitación.

—¿Qué pasa?— respondí sin ganas.

—Cariño, casi no sales... Solo quiero ver como estabas. ¿Puedo entrar?

No respondí. No tenía ganas de hablar con nadie.

Asi que a esto se le dice tener el corazón roto.

—Harley, por favor mi cielo. Me preocupas, no hablaré si no quieres pero al menos quiero verte.

Me levanté de mi cama y abrí la puerta, mi mamá me miró y me abrazó fuertemente mientras acariciaba mi cabello húmedo.

—Hermosa... No llores más, por favor— me dijo con una voz cálida y cerró la puerta de mi habitación.

Negué con la cabeza mientras mis lágrimas volvían a salir— él no creía en mí y se vengó de la peor manera, mamá— sollozaba mientras que limpiaba mis lágrimas— pero me siento estúpida, si yo le hubiera respondido en la noche nada de esto habría pasado.

—Bueno, cariño, esto es una lección para que los dos se den cuenta que lo primordial en una relación es la comunicación. No pueden callar ni mucho menos vengarse.

Mi lado positivo desapareció desde ese momento, ya no quiero sonreír, ya no quiero salir, no quiero hacer nada, esto duele. Es como si él tuviese entre sus manos mi corazón y con un mínimo descuido, lo lance al piso.

Hace exactamente una semana, llegué del colegio hecha nada, mi mamá estaba sola en la casa y es ella la que se ha quedado conmigo en este proceso. Tuve que decirle todo lo que pasó entre nosotros desde aquella vez en la fiesta de bodas omitiendo el detalle de que ya no soy virgen.

De besos y gemidos pasamos a odio y venganza.

Ella me miró y acaricio mi rostro con sus cortas uñas— si supieras lo que su madre me contó de él después de juntarse contigo todo este tiempo...

Negué con la cabeza triste— hasta yo creía que éramos felices, pero él decidió jugar sucio.

—¿Te cuento un secreto?— la miré atenta y nos sentamos en mi cama mientras que yo limpiaba mis lágrimas— cuando yo tenía tu edad o quizá un poco más. Conocí a un chico— ella sonrió de la nada, supongo que lo estaba recordando— era el chico más odioso y gruñón del mundo. Su presencia era tenebrosa para todos, pero no para mí. Siempre había tenido la esperanza de que ese chico cambiaría. Logan me recuerda mucho a él.

—¿Y qué pasó después?— tragué fuerte mientras jugaba con mis manos. Sé que esta historia terminará en que le rompieron el corazón y ella se alejó por siempre de él.

Pero no fué lo que sucedió. Mi mamá alzó su mano y me mostró su anillo de bodas.

—Ya cumpliré veinticinco años de casada con él— me sonrió tiernamente y yo la miré sorprendida.

—¿Papá era como Logan?— abrí la boca sorprendida y pestañeé varias veces viendo su anillo— ¿Y cómo hiciste? ¿Cómo funcionó?

¿Por qué estas mierdas no me pasan a mí?

—Mi niña, habrán muchos tropiezos en el camino. Incluso para nosotros llegó un momento que la relación se volvió tóxica y nos tuvimos que separar por dos años... Pero agradezco con mi vida esos dos años de separación, nos fortalecieron. Nuestra mentalidad era otra, éramos más maduros y ya dejamos los errores del pasado atrás— me sonrió— y cuando volvimos, volvimos más fuertes que nunca, luego quedé embarazada de tu hermano y pues al año tu padre me propuso matrimonio.

Desde Ese Día ✓Where stories live. Discover now