Capítulo 46 // Las pistas

13K 1.3K 611
                                    

—¡Sigan caminando! ¡Nos falta recorrer una gran montaña!— gritó uno de los anfitriones.

Miré a April y sonrió— tengo al menos algo para motivar me a seguir montando esta montaña.

Reí. Miré a mi otro lado y a Madison se le notaba lo cansada y fastidiada que estaba—  espero que arriba haya señal, no he podido comunicarme con Diego.

Miré a April otra vez— debes aprender de ella.

April y rió— es broma. Nadie está más bueno que mi novio.

Miré al anfitrión y me dediqué a mirarle todo el cuerpo, estaba muy marcado, su piel era morena y sus ojos color miel. Realmente sí es hermoso, pero no era alguien que me interesaba.

Sentí una mirada asesina y Logan me veía a lo lejos con ganas de querer matarme.

O de hacerte otra cosa para que no mires a otro chico.

Él caminó hacia mí más no dijo nada. Me encanta ponerlo celoso, porque sé que quiere prohibirme algo y sabe que no lo haré.

—Te estás buscando un castigo, hermosa— me susurró y sonreí.

Ya te habías tardado en decirlo, Logan.

—¿No puedo mirar a nadie más?

—Si puedes mirar, pero no puedes comértelos con la mirada.

—Exagerado— reí negando.

—No es ser exagerado— aclaro— Tienes novio y debes respetarlo.

Abrí los ojos por sorpresa y no pude evitar soltar una carcajada, aunque por dentro sus palabras me llenaron de mucha emoción— ¿Novio?

—Bueno, pre-novio— sonrío y eso hizo que mi corazón se acelerara.

—¿Pre-novio? Wow, eso es nuevo.

Su mano me agarró por la parte trasera del cuello y me besó la mejilla, era un beso lleno de deseo y posesión— eres mía, Harley.

Sonreí mordiéndome el labio— no lo soy— le aclaré y éste rió mientras negaba.

—Tranquila. Te lo haré saber cuando estemos solos en la cabaña.

Ya otra vez el calor invadió mía mejillas, noté, su sonrisa de victoria y le pegué en el pecho— imbécil— reí.

El caminó era largo, pero con Logan era muy divertido. Me contaba anécdotas graciosas de cualquier cosa que le había pasado en las montañas, a lo cuál yo reía a carcajadas.

Tuvimos que pasar por un gran tronco caído, Logan me agarró la mano cuando estábamos pasando para no caernos al lago.

—¡Mira! Que hermosa— señalé la cascada. El agua era cristalina, tanto, que podía ver a los pequeños peces pasar por ahí, se veían rocas preciosas y hasta daban ganas de meterse al agua.

—¡Tiburón!— Logan gritó asustándome, grité perdiendo por completo el equilibrio y seguido a esto, caí al agua.

—¡Logan! ¡No sé nadar!— me quejé subiendo la cara para  no tragar agua.

Sentí que alguien más se lanzó al agua, miré a Logan agarrándome rápido y le salpiqué agua en la cara por venganza.

—¡Oye!— soltó una carcajada— No trates mal a tu príncipe azul.

—Eres de todo menos un príncipe.

Los dos reímos y me agarró por la cintura acercándome a él, su rostro mojado lo era todo para convencerme que este chico en todas sus facetas, era perfecto. Cada vez nos acercabamos más pero cuando estábamos a unos centímetros de besarnos, sentimos otros chapuzones y volteamos a ver.

Desde Ese Día ✓Where stories live. Discover now