Ryan es un restaurador de arte, huraño, solitario. Un dulce accidente lo cruza con ella.
Carly es una pastelera vivaz y divertida.
Cuando ambos se conocen se sienten inevitablemente atraídos.
Sin darse cuenta él restaurara la confianza pérdida...
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Carly esperó a Harry a la salida del colegio sentada en el capó del auto. Cuando este la vio saludó a sus amigos y se acercó.
- ¿Qué te trae por aquí?
- Me gustaría hablar contigo.
Lo había pensado durante días y sentía que debía hacer lo correcto, no podía explicar esa sensación como de responsabilidad sobre lo que quería hacer.
- Dime.
- Me gustaría pedirte permiso para algo. - Ella le tendió una bolsa con caramelos que le gustaban a ambos y mientras chupaban sus dulces ella habló. - Es ridículo; pero siento que debo hacerlo.
- Me da mucha curiosidad. - Le dijo el joven mirándola.
- Me gustaría pedirte permiso para casarme con tu papá.
Harry se rió largamente divertido.
- Sabes que no solo suena ridículo ¿Cierto?
- Lo se. Pero si él dice que si cambiarán muchas cosas para los tres en el futuro.
- ¿Quieres ser mi madre Carly? - Le pregunto el pasándole un brazo por los hombros.
- Soy demasiado joven para ser tu madre.
- De hecho tienes la edad que ella tenía. Me gustas ¿Sabes? Eres más de lo que crei que alguna novia de mi papá me gustaría. - El timo otro caramelo. - Siempre pensé en madrastras como las películas, malvadas y feas.
Carly lo miró divertida.
- Pero... - Harry le dio un beso en la mejilla y continuó. - Tu eres linda y buena. ¡Claro que tienes mi permiso! - Le dijo con voz solemne.
- Gracias. - Le dijo ella sonriente.
- ¿Se lo pedirás tú?
- Lo hemos hablado y ha comentado algo; pero creo que sería bonito prepararle algo ¿No crees?
- Me parece una idea estupenda. Me ha levantado el castigo y me dio permiso para ir a una fiesta este fin de semana.
- Lo se.
- Se que has sido mi cómplice en esta. Gracias.
- Espero no arrepentirme de convencerlo para que te restaure un poco la confianza.
- Esta en buenas mano. ¿Lo llevarás a cenar? - Le preguntó encantado.
- No lo se. Hemos salido a cenar; pero no es algo especial. Además no quiero andar hablando ahí con todas esas personas... - Ella se imaginó esa escena y le dio un escalofrío.
- Tengo una idea genial.
Le dijo el adolescente dándole un suave empujón.
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