Lamento si hay faltas de ortografía y si ven algo fuera de lo común es por que una adaptación mía de otro shipp
Era un día tranquilo, y festivo, pues hoy era el cumpleaños de Stiles Stilinski, hoy cumplía sus amados 18 años.
Es por eso que en el castillo festejaban el cumpleaños de su amado príncipe, el rey había invitado a las princesas de diferentes reinos, quería que su hijo esposara a una joven, para que el reino esté preparado para sus futuros reyes.
— Stiles.—
— ¿si padre?.—
— vamos ya es hora que el príncipe de la cara.— avisa el rey.
El joven príncipe tenía los mismos rasgos de su difunta madre. Sacó la belleza, ojos color avellana, piel blanca y lechosa como la luna, labios rojos y carnosos, cabello castaño y sus incomparables lunares.
— vamos hijo.— Noah con su cara de pocos amigos bajo con su único hijo al salón.
Stiles puso los ojos en blanco , odiaba estas fiestas y más sin son de compromiso, el joven ya había rechazado a varias princesas.
La relación de Stiles con su padre no era tan buena que digamos, ambos tenían diferentes pensamientos, el Rey se conocía como una persona fría, malvada por los castigo que inculcaba, castigo horribles, cómo cortarles las cabezas a la gente, azotandolos hasta hacerlos sangrar o ahorcarlos, si se pasaban de listo con el. Los campesinos y los plebeyos le tenían respeto al rey, por el miedo que inspiraba . Algunas personas juran ver un Aura aterrador al rededor del rey.
En cambio Stiles, era todo lo contrario, era amable, caballeroso, ayudaba todo aquel que lo necesita, era una persona sonriente y risueño, su pasión era el dibujo, la gente lo trataba con tanto cariño, las sirvientas lo trataban como si fuera su hijo. Stiles era el mejor muchacho del reino.
— Su alteza real, El Rey Noah y el príncipe Stiles Stilinski.— dijo unos de los mayordomos.
Stiles junto a su padre bajan por las grandes escaleras de madera brillante. Los dos con una gran sonrisa.
La multitud se inclina, el salón de baile era decorado, con telas finas, rojo y azul colgaban por las paredes, el piso era color perla, iluminado por el candelabro grande transparente, era hermoso, como estrellas brillando potentemente.
— príncipe Stilinski, le presentó a la princesa del reino rojo, la princesa Lydia Martin—
La joven sonríe al príncipe.— es un placer conocerlo Príncipe Stilinski.—
— el gusto es mío.— Stiles besa la mano de la joven.— y por favor dígame Stiles.—
— entonces usted dígame Lydia.—
— con gusto.— el castaño sonrió, tenía que ser amable con los invitados y más con las jóvenes, el sospechaba que su padre ya quería que se esposara con una doncella o princesa. Por eso no se le hacía extraño que le hayan presentado a Lydia. La música clásica comenzó a tocar en el salón.— me permite esta pieza?.— pregunto amable.
— con gusto..— responde la joven.
Ambos comenzaron a bailar en la pista.— que la trae por aquí Lydia?.—
