CHAENNIE: Vuelve a mi (Final)

811 81 7
                                    

A las afueras aún continuaba una gran conmoción expectante, pero dentro de la habitación de Rosé, Jennie pasaba lentamente sus manos por las piernas de la menor cuidadosamente, viendo como los cortes comenzaban a cicatrizarse. Rosé miraba a la mayor con tranquilidad, se sentía relajada cuando tenía a Jennie con ella y se sintió aún mejor cuando la chica la beso.

-¿Me vas a dejar ayudarte?- preguntó Jennie tomando la mano de Rosé, la menor la miro un rato para asentir con una sonrisa provocando que Jennie también sonriera para acercarse a ella y unir sus labios nuevamente.

Los policías apartaban a la multitud de Rosé mientras la sacaban de su casa para llevarla a una de las ambulancias que habían allí, los paramédicos comenzaron a curarle sus piernas inmediatamente mientras le hablaban.

-Jennie...-susurro la chica al ver que la mayor no estaba allí. Una mujer adulta se subió a la ambulancia acercándose a ella.

-Hola Roseanne, soy la Dra. Jung, soy amiga de la madre de Jennie- dijo la mujer al ver el ceño fruncido de la chica.-¿Te sentirías más cómoda si Jennie va contigo al hospital?- preguntó la mujer con un tono dulce, Rosé asintió sin dejar de mirar cómo le colocaban vendas en sus piernas.-Iré por ella- dijo la mujer bajando de la ambulancia, eso la tranquilizo un poco, por lo menos estaría con Jennie a donde sea que estén llevando.

-¿Cuándo fue su última comida?- le preguntó un paramédico a su derecha.

-No he comido hoy- admitió.

-Le pondremos una intravenosa de suero ¿De acuerdo?- le explico, Rosé asintió sin más viendo como una aguja era enterrada en las venas de su antebrazo, casi en unos segundos pudo sentir cómo su cuerpo comenzaba a responder ante el líquido. Unos minutos después Jennie, su madre y la Dra Jung entraron nuevamente al vehículo tomando asiento a los costados de Rosé, la morena tomó la mano que no tenía inyectado y acaricio su mano con cariño entrelazándola con la suya.

-Todo va a estar bien ahora Rosé- habló la Sra Kim dándole una sonrisa tranquilizadora. Rosé le devolvió la sonrisa sintiendo como su corazón se hinchaba al sentir que algo bueno se aproximaba, miró a Jennie a su izquierda y le dio una enorme sonrisa.

-

Rosé llevaba aproximadamente una semana internada en un hospital psiquiátrico, Jennie venía a verla todos los días después de clases, incluso a veces venía con los chicos lo que la hacía sentir feliz. Estaba realmente más tranquila dentro del hospital, su habitación era muy cómoda y silenciosa, estaba en un primer piso con una vista directa al patio central donde paseaban todos los internos, un lugar muy verdes y vivo, floreado, feliz, parecía ser un lugar como el paraíso, pacífico, con aura tranquilizadora. Mientras esperaba a Jennie siempre solía mirar al patio hasta que la veía, siempre con un regalo para ella – comida-.

No ha sabido nada de su madre, tampoco quiere hacerlo, al menos no aun, estos últimos días se había sentido muy a gusto consigo misma, consiguió una paz mental que no tenía desde hace mucho y quería aprovecharlo. La Dra. Jung también ha sido de mucha ayuda, ha conseguido que Rosé confiara en ella gradualmente, sus medicinas –pese a ser muchas- también han servido de mucho, el hecho de tener a Jennie y a sus nuevos amigos también.

-¿Cuándo comenzaste a sentir que algo estaba cambiando en ti?- le preguntó la Dra. Jung. Estaban en su primera sección desde que entró al hospital, no se había sentido muy segura de abrirse con la doctora aún pero ese día decidió que tenía que quitarse todo el peso con el que cargaba hace años.

-Hace tres años- comenzó.-Después de que murió mi padre, muchas cosas cambiaron y fue mucho para mí. Mi mente no ayudaba tampoco así que comencé a sentir que nadie me necesitaba realmente, mi madre también se alejó así que pensé que lo lógico era que yo también lo hiciera, pero eso provoco que me sintiera abandonada porque ya no tenía a nadie, así que comencé a buscar personas y cosas me hicieran sentir que no era un estorbo en la vida- admitió con la mirada pegada en la pared.-Creo que fue mi padre el que no permitió que algo me ocurría en todas las aventuras y problemas en los que metía.

Short Stories- BLACKPINK (CHAENNIE/ LISOO)Where stories live. Discover now