21. Héroe

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Kobik

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Kobik

RJ Boyle

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RJ Boyle

Nadia Pym

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Nadia Pym

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B

ucky siempre ha detestado las sorpresas, por ello, cuando Kobik le enreda una bufanda en los ojos lo primero que hace es intentar quitársela. Pero la pequeña castaña solo atina a darle un manazo mientras le advierte que si se lo quita, ella volverá a convertirlo en un oso y lo dejará a su suerte.

El soldado intenta relajarse y seguir las instrucciones de Kobik, pero es imposible. Escucha voces de transfondo y luego risas, que no sabe si son por él o por alguna otra razón, comienza a desesperarse.

-¡Kobik, ten cuidado!

Nadia es quién habla y cuando Bucky quiere abrir la boca para preguntar, termina en el suelo gracias a qué Kobik no sabe dirigir. La venda termina por irse de sus ojos y sabe que probablemente tendrá un horrible moretón en el vientre porque se ha estrellado en la esquina de una mesa.

Su vista se alza y se topa con varios adornos mal acomodados. RJ está sobre una silla colgando serpentinas y Nadia está yendo a ayudarlo a levantarse. Kobik está sonrojada y divertida mientras también le intenta ayudar inútilmente.

-¿Qué es todo esto?

-Era una sorpresa -RJ habla desde su lugar, y baja de la silla de un brinco-, pero alguien acaba de arruinarla.

Y antes de que comience una nueva disputa, Bucky se levanta y pone un poco de orden. Alpine simplemente está viviendo la buena vida acostada en un cojín.

-¿Y la sorpresa por qué?

-No hay una razón -dice Nadia, con una sonrisa demasiado difícil de ocultar-. Solo queríamos darte un poquito de lo que hiciste por nosotros.

Bucky frunce el seño y le echa un vistazo a lo que hay en la mesa, lo cuál no es mucho sinceramente, pero sabe que los chicos se esforzaron por darle un pequeño detalle. Hay cuatro platos en la mesa y un panque con nueces que probablemente ha horneado Nadia viendo una de esas recetas en Pinterest, Bucky detesta la nuez, pero tampoco es como si pudiera ponerse exigente al respecto; hay un tarro con flores que comienzan a marchitarse y sabe que tal vez Kobik las ha recogido de su jardín y hay una caja mal forrada, indudablemente eso lo ha hecho RJ.

Bucky quiere entender cómo es qué esos niños han podido preparar algo para "agradecerle". No sabe muy bien el porqué deberían estar agradecidos, él solamente cree que hizo lo correcto respecto a darles la confianza que algunas personas tal vez nunca tuvieron en ellos y en ser como una guía fundamental en los caminos que tomarían más tarde. Bucky solo los trató como le habría gustado ser tratado en el respectivo tiempo cuando fue manipulado y utilizado para fines fuera de su control.

-Toma -RJ le tiende de una buena vez la caja que ha forrado, hay rastro de cinta adhesiva en los bordes y un corte chueco; Bucky lo toma y le sonríe agradecido, algo que sencillamente hace a RJ corresponderle-, sé que dijiste que odias las sorpresa y los obsequios.

-Pero ya ábrelo -Nadia lo apresura.

-¿Qué es? -Agita un poco la caja, tratando de oír mejor, pero no se hace una idea de lo que podría haber dentro.

-Queriamos que tuvieras algo de nosotros -Kobik le dice, sacando una silla para que pueda sentarse -, así cuando tengas una recaída recuerdes que haz salido antes.

Entonces Bucky toma la iniciativa y trata de no romper la envoltura más de lo que ya está, los tres chicos están esperando impacientes a qué lo habrá de una buena vez. La caja donde está su sorpresa es una caja de galletas, sin galletas, desgraciadamente. Pero entonces cuando Bucky abre la caja, se encuentra con miles de papelitos de colores y el reluciente metal de una cadena finita.

Cuando saca lo que parecen ser tres placas, Bucky se detiene y los mira. Kobik ha crecido bastante, RJ juega con sus dedos, hay cicatrices en su rostro que ya están sanando y espera a que diga algo, y Nadia ya no es la niña que recuerda haber cuidado en la Sala Roja. Está situación es demasiado conmovedora para él porque sabe que esos chicos ya no son más lo que alguna vez los convirtieron a la mala.

Son tres placas militares, cada una con los nombres de esos chicos. Son las placas que les dieron en HYDRA y en la KGB. La primera en abalanzarse a abrazarlo es Kobik y luego la sigue Nadia. RJ se acerca solo un poco, pero es cuestión de tiempo para que Nadia tiré de su brazo y lo obligue a unirse a ellas.

Estar entre estás tres personitas hace que Bucky quiera llorar, porque la sensación es cálida y le hace pensar que por fin, todo está bien.

FICTOBER Where stories live. Discover now