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Lo siento, pero quería hacer esto desde hace mucho tiempo
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Kate estaba al lado de Clint, palmeándole la espalda mientras el arquero tosía, su pecho cada vez se sentía más ronco. Había rastros de pétalos ensangrentados en la cerámica del retrete. Y cuando terminó, la pelinegra bajo la palanca y el agua se llevó consigo cualquier rastro de tristeza que Clint vació.
Bishop quería decir algo respecto a la condición en la que estaba metido su mentor, pero francamente no sabía que decir para hacerlo sentir mejor. Sabía que padecía la enfermedad de Hanahaki, un extraño padecimiento que afectaba a las personas que no eran correspondidas amorosamente de la misma manera; la enfermedad ya estaba totalmente desarrollada en Clint.
Ella nunca ha visto tan destruido al arquero.
El Hanahaki sumado a su sordera y la ceguera que se negaba a aceptar estaban acabándolo lentamente. Kate le había puesto límites, como que ya no debería salir a hacer sus cosas de "mercenario" y lo obligaba a comer tres veces al día. Porque Kate le devolvería cada una de las cosas que él hizo por ella antes de que el mundo se fuera al carajo y ambos perdieran la cordura.
Clint había pasado por mucho. Perdió a sus amigos y vio como la vida abandonaba los ojos verdes de Natasha, quién murió en sus brazos; Natasha, con quién había pasado la mayoría de sus tiempos felices y de quién estaba totalmente enamorado, Natasha, a quién no le importó abandonarlo y dejarlo a su suerte, tratando de sobrevivir a la depresión todos los días porque ella estaba muerta. Aquello había condenado a Clint, que ahora vestía ropa descuidada y se había dejado crecer el cabello y la barba, ahora se dedicaba a hacer encargos y mientras, tenía una lucha interna a la que trataba de sobrevivir todos los días desde que Doom les dió una segunda oportunidad.
Kate hizo una mueca y le apartó los cabellos del rostro cuando una nueva arcada invadió el cuerpo viejo de Clint. Los labios resecos del arquero estaban llenos de sangre mientras su cuerpo expulsaba nuevos pétalos ensangrentados. Kate sabe que era cuestión de tiempo para que los pulmones de Barton dejarán de funcionar como se debía y hacerse a la idea de que pronto él también moriría, le era doloroso.
