Capítulo 2

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Capítulo 2

20 de Septiembre, Tokio.

La respiración difícilmente salía de sus pulmones, estaba jadeando. Se había exigido demasiado y su cuerpo estaba exhausto. No había dormido nada aquella noche, y ahora estaba pagando las consecuencias. Esta vez había salido una hora más temprano que lo habitual. Usualmente el ejercicio lo dejaba tan agotado que lograba conciliar unas pequeñas pero necesarias horas de sueño antes de ir a trabajar. Deidara decía que él corría para mantener la cabeza ocupada y no pensar en otras cosas desagradables.

Y bueno... él estaba en lo cierto.

Deidara era el mejor amigo de Sasuke desde que eran unos niños, él lo vio crecer, llorar, enamorarse y perder... perder tantas cosas que nunca jamás serian reemplazadas.

Sasuke decidió parar y caminar hacía su coche para regresar a su apartamento, Tokio tenía tráfico a toda hora así que era mejor regresar temprano para hacer su rutina diurna tranquilamente.

~°~

-¡Mierda!-gritó Sasuke mientras salía de la suite.

Era ridículo que el tiempo se hubiera pasado tan rápido, por fin había podido dormir, dormir de verdad, pero cuando había despertado a causa de un sueño peculiar se había dado cuenta que era extremadamente tarde.

-¡Las llaves! ¡¿Dónde están las malditas llaves, carajo?! –Gruñó, ya no podía detenerse y regresar, tendría que tomar un carro de sitio.- ¡Taxi! ¡Taxi!

El auto paró y Sasuke le indicó la dirección de la torre; debía calmarse un poco, por fin había podido descansar y tenía peor humor que en toda la semana, eso no estaba bien. Pero es que ese sueño que había tenido... lo había puesto nervioso, es como si hubiera sentido todo tan... real.

"El viento soplaba fuertemente moviendo las hojas de los árboles bruscamente, hacía un frío que te helaba hasta los huesos y te quebraba los labios, él se sentía pequeño y desprotegido como si estuviera en un peligro muy grande, solo llevaba unas bermudas negras y un suéter ligero... se estaba muriendo de frío. En frente de él: Un lago inmenso y limpio y junto a él una cabaña con chimenea de la cual salía humo; ahí podría refugiarse del clima y de lo que fuera que lo estaba vigilando... él sabía que alguien lo hacía, podía sentir la mirada expectante en su nuca...

Caminó siguiendo la orilla del lago, mojando sus pies con el agua fresca; se sentía como Caperucita Roja, con la excepción de que él sabía ya que por ahí había un lobo dispuesto a cazarlo.

Cuando llegó a la cabaña ya no sentía las piernas y estaba casi seguro que su piel blanca se estaba palideciendo y agrietando ¿Acaso esas eran grietas de verdad? ¿Cómo su piel podría agrietarse? Sentía que tenía papel delgado en lugar de piel, esperaba con todo su corazón encontrar un refugio caliente adentro. La puerta hizo un chirrido al abrirla y  Sasuke lo sintió en su espalda, apareció de la nada tal y como el calor que lo embargó de repente, ese calor provenía de quien fuera que estuviera detrás de él.

Quiso correr... no pudo.

Quiso gritar... estaba mudo.

Intentó voltear y enfrentarlo... pero estaba estático.

Una mano tomo su cadera y la acarició enviando rayos de electricidad por toda su columna, el frío que alguna vez sintió ya estaba olvidado, ahora necesitaba quitarse ese suéter, hacía demasiado calor... parecía que estaban en un horno.

No podía hablar, pero aún podía pensar... era una idea tonta, lo sabía, pero era lo único que quedaba, entonces pensó fuerte deseando que aquel extraño que irradiaba tanto calor como el sol lo escuchara:

<<¿Quién eres? ¿Qué quieres de mí?>>

Silencio.

Entonces se dio por vencido, no había funcionado. Ahora de seguro él lo mataría y no podría pedir ayuda porque no podía hablar.

Pero entonces él contestó.

-No quiero nada de ti, Sasuke -¿Cómo sabía su nombre? ¿Por qué él sí podía hablar? ¿Quién era él? –Tú eres el que me necesita. Tú.

¿Yo?

<<No te necesito>> pensó con fuerza <<No te conozco, ¿Por qué sabes mi nombre?>>

-¿Estas cansado Sasuke? ¿Estás cansado de todo lo que ha pasado en tu vida últimamente? –Él sentía el aliento de él en su cuello, era cálido – Yo sé que lo estás, precioso. Yo te voy a ayudar. Yo también necesito que alguien me salve.

Lo había llamado precioso.

<<¿Salvarte de qué? ¿Por qué no contestas mis preguntas?>>

-El amor existe Sasuke, recuérdalo siempre y cuando me veas... recuérdamelo a mí.

<<¿Cómo te reconoceré, si no he visto tu rostro?>>

-Tu corazón te dirá que soy yo.

<<No puedo confiar en ti>>

Entonces él rió. Tenía una risa preciosa.

-No te estoy pidiendo que lo hagas."

Fue cuando despertó con la risa de él resonando en la mente.

-Señor ya llegamos –Sasuke despertó de nuevo, estaban frente al edificio donde trabajaba. 

Había estado muy concentrado recordando su sueño, su piel se había puesto como de gallina al recordar la mano en su cintura y el aliento en su nuca.

¿Qué habrá significado ese sueño?

¿Y por qué aún no podía sacarse esa risa melodiosa de la cabeza?

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¿Qué tal les pareció el capítulo? 

Los días de actualización van a ser de Lunes a Sábado por las tardes 

Muchas gracias por leer 

Hasta el próximo capítulo 

EL FARSANTE -NARUSASU-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora