Capítulo 68

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-¡Rápido, rápido, rápido! –los visitantes corren a hurtadillas entre todo el gentío dentro del departamento, agradecían que era grande porque si no, parecerían sardinas en latas, juntos y apretados.

-Sasuke y Naruto no tardan en llegar –avisa Deidara después de recibir un mensaje de Naruto informándole que estaban a pocas calles.

-¡A sus lugares!

Todos doblan sus rodillas y se esconden por detrás de lo que encuentre y que sea suficientemente grande como para cubrir todo su cuerpo. Sakura corre y se escabulle entre las cortinas.

La cerradura empieza a moverse, el tintineo de las llaves sobresale entre todo el silencio del salón y las risas y voces de Naruto y Sasuke hacen que a todos se les arrugue el corazón de entusiasmo.

La puerta se abre y la mayoría de los invitados saltan con alegría de sus escondites gritando al unísono: ¡SORPRESA!

Un golpe se escucha en la mesa y las cabezas giran poniendo atención, tratando de averiguar qué causó el ruido. El mantel es levantado y Tenten sale sobando su cabeza, todos empiezan a soltar carcajadas. Lo más seguro es que Tenten debió querer salir demasiado deprisa y había terminado por darse un golpazo en la frente.

-¡Felicidades señor Uchiha! –corre a abrazarlo.

Él da un brinco y luego empieza a reír.

-Sasuke-dice- Solo llámame Sasuke.

Tenten había trabajado como su ayudante desde hace tiempo y nunca había logrado llamar a Sasuke por su primer nombre, ella era la asistente más torpe y al mismo tiempo más inteligente con la que Sasuke había trabajado.

Tenten se aleja con precaución y acaricia un poco el vientre de su jefe antes de marcharse.

-¿Ahora quién es el viejo?

-Sigues siendo tú Naruto. Recuerda que tú tienes como 60 años y yo apenas veintiséis.

Ahora fue el turno para que él riese.

-¿Te gusta? Fue idea de Sakura, se le da eso de las fiestas.

Se esperaba una fiesta sorpresa pero ahí dentro había muchísimas personas, algunas que no veía desde hace años.

-Es... mucha gente –se limitó a decir.

-Ahora que lo veo, sí, son demasiadas.- No sabía si era lo más indicado proponerse en frente de tanto público.

-Saludaré a algunas personas, y tú –empujó con su dedo el pecho de Naruto.- Quiero que prepares mi canción.

El rubio lo besa cortamente y después juega sus dedos en su barriga, lo deja ir y con rapidez se dirige hacia la habitación de los bebés, moviendo algunas cosas de aquí y de allá por fin encuentra la cajita de terciopelo oscuro que había escondido entre toda la ropa de sus hijos, y la guarda en su bolsillo. Devuelve todo a su lugar, tratando que se vea en orden y acomodado como si nadie hubiera estado buscando nada ahí.

Respira, Naruto, Respira.

La última vez que había estado casado había fingido ser otra persona.

La última vez que el verdadero Naruto estuvo casado, su esposa le había sido infiel.

Gira su cabeza hacia atrás, había sido difícil, muy difícil.

Su último matrimonio había provocado que él no creyera en el amor ni en los sentimientos.

No podía pensar así ahora.

Debía recordar todos esos hermosos momentos junto con Sasuke.

Sasuke no era Hinata. Naruto ya no estaba fingiendo ser Menma. Se amaban, no debía dudar, no podía perder esta oportunidad.

EL FARSANTE -NARUSASU-Where stories live. Discover now