Capítulo 9

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31 de enero; Osaka.

La mansión de los Namikaze no había cambiado nada a pesar de los problemas financieros.

Naruto caminaba incómodamente por el jardín, preguntándose por qué su madre lo llamaría y aún más por qué lo citaría en la casa en la cual nunca fue bienvenido.

-Naruto, cariño ¿Cómo has estado? –preguntó su madre cuando llegó a la sala de estar.

-No necesitas ser hipócrita Kushina, no creo que mi visita te agrade.

-¿Entonces por qué te he llamado? –preguntó.

-Porque necesitas algo que tú no puedes hacer. De seguro algún negocio sucio, ¿no es así?

-Necesitas el dinero.

-Oh, ¿Y tú como buena madre piensas dármelo?-dijo sarcástico- No, piensas contratarme, que es una cosa distinta.

-¿Vas a escucharme o no?

El rubio tomó asiento frente a su madre, tratando de estar lo más alejado posible. No confiaba en ella, pero necesitaba el dinero con urgencia. Hace tres meses había tenido que vender su Lamborghini Gallardo porque no tenía para comer, fue realmente humillante. Había vivido desde entonces con el dinero ganado... pero bien sabía que ese mismo año lo gastaría todo.

-Hace meses Menma habló conmigo –Naruto bufó interrumpiéndola.

-Sinceramente no tengo ánimos de hablar de él.

-No me interesa si tienes ánimos o no, escúchame. –Naruto frunció el ceño- Aproximadamente medio año atrás Menma llamó para decirme que había conocido a un hombre nuevo que le interesaba.

-¿Y Hinata?

-¡Deja de interrumpirme!

-Exijo saber qué pasó con ella, si es que quieres continuar.

-Terminaron cuando él se mudó a Tokio. No sé nada más.

Inspeccionó la mirada de su madre, al parecer decía la verdad.

-Continua.

-Pocos días después me dio un nombre: Sasuke Uchiha, ¿lo identificas?- Naruto negó con la cabeza- Es hijo de la familia más rica de Tokio. Menma no quería nada serio con él, pero lo he convencido para que se casen –Naruto soltó una tremenda carcajada.

-Tu avaricia no tiene límites, ¿eh? Mira que obligar a mi hermano a casarse va más allá de mis expectativas hacia ti.

-El problema llegó cuando Menma se reveló y decidió renunciar al plan, le ofrecí venir aquí a pensar y así lo hizo, ha estado aquí desde hace un mes, en sus facciones podías notar el horror que sentía al solo pensar en casarse pero aun así jamás pensé que huiría, se escapó la semana pasada. No sé nada de él.

-¿Y quieres que lo encuentre? –preguntó.

-No. Quiero que ocupes su lugar.

-¿Cómo dices?

-Aunque lo atrapemos... Menma jamás aceptaría casarse. Pero nosotros no podemos perder la oportunidad de quedarnos con la fortuna de esa familia, te estoy proponiendo que te hagas pasar por él, te cases, te divorcies al año y te quedes con el dinero, un 85% para ti y el restante para mí, ¿qué te parece?

-Me parece que has perdido la cabeza, estás loca. ¿Te das cuenta que no sé nada del chico? Y que además no me parezco en nada a Menma, exceptuando el físico claro está. ¿Qué pasa si ya tuvieron sexo esos dos? Yo estoy lleno de tatuajes, y no planeo maquillarlos.

-Eso ya está resuelto, ellos jamás pasaron de un beso o un abrazo. El chico es muy casto al parecer, te estoy dando la oportunidad de volver a vivir como un rey Naruto, ¿planeas desaprovecharla?

-¿Y cómo viviría yo? Con el dinero de él, ¿Que no se supone que yo soy el que debería pagar la luna de miel y todas esas cursilerías?

- Meenma ya pagó todo, se van a Hawaii después de la ceremonia. Deja de poner excusas Naruto, ¿aceptas o no?

-¿Sabes que es un delito no es así? Qué si nos descubren iremos a la cárcel.

-¿Sí o no? Solo quiero que me digas sí o no.

-No –Naruto la miró fijamente- rotundamente no.

-¿Ni siquiera te interesa ver al chico? –aventó una foto por sobre la mesa.

No hacía daño mirar.

El hombre en la foto era muy guapo, y a Naruto le pareció conocido, algo totalmente imposible considerando la lejanía de Tokio. Vestía en jeans y converse que combinaban con una camisa azul marino que resaltaba su figura. Estaba bueno. Muy sexy y muy precioso.

-¿Y? –insistió su madre.

-Me retracto.

-Lo sabía. Sigues siendo el mismo, Naruto.

Él sonrió. Sabía que se estaba metiendo en un problema. Pero no podía resistir la tentación.

-Bien. ¿Sabes lo que significa, entonces, no? Desde ahora no eres Naruto, eres Menma Namikaze. Eres ingenioso Naruto, si el hombre empieza a sospechar sé que se te ocurrirá algo para que no se dé cuenta de nada, no debe ser muy inteligente si decidió casarse con alguien que apenas conoce.

-Nadie puede resistirse al encanto Namikaze, recuérdalo. –Murmuró mientras seguía mirando la foto-. ¿Cómo dices que se llama el chico?

-¿Tu futuro esposo? Sasuke, Sasuke, Uchiha Sasuke. Próximamente Sasuke Namikaze.

-¿Sabe que existo? Me refiero a... ¿Sabe que Menma tiene un hermano gemelo?

-No, él nunca le habló de ti. –Kushina se acercó a su hijo entregándole otros papeles- Tu acta de nacimiento, tu credencial y todas esas cosas, "Menma" –resaltó el nombre- también están tus boletos para Tokio, te vas en una semana, y también están los de Hawaii que tienen fecha para el 13 de febrero, No me quedes mal, hijo.

-No lo haré –metió los documentos al bolsillo en su chaqueta- ¿Puedo conservar la foto de Sasuke? –el nombre sonó raro saliendo de sus labios.

-Claro que sí, familiarízate con tu futuro amante, Menma.

-Deja de llamarme así –gruñó.

-Más vale que te acostumbres, así te van a llamar todos por allá. Incluyendolo a él. ¿Te quedas a comer?

Naruto negó con la cabeza. Debía volver a su casa, empacar, deshacerse de todo lo que llevara su verdadero nombre, y empezar a darse cuenta... que se casaría en 12 días.

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Hola, ¿qué tal les pareció el capítulo? 

Muchas gracias por leer 

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EL FARSANTE -NARUSASU-Where stories live. Discover now