Capítulo 75

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El juicio para la condena de Hinata dura menos de lo cualquiera se esperaba, pero es que era más que obvio que la mujer que los veía con odio era culpable de todos los delitos de los que se acusaba. Sakura, Itachi, Sasuke, junto a otros testigos dieron declaraciones que habían dejado al abogado de la pelinegra sin trabajo posible para hacer.

Él último en declarar es Naruto quien encara a Hinata con ojos duros, ella se encoge en su propio lugar tras una pared de seguridad. Se mira descuidada, y Sasuke se da cuenta que en todo el tiempo que ha transcurrido no ha dejado de morderse las uñas, tiene sucia la cara pero Sasuke puede estar casi seguro que no tiene nada que ver con el buen o mal servicio que le estén dando, debe ser ella, ella misma la que se está dejando derrumbar. Y como no hacerlo cuando estás consciente que has asesinado a una persona, violado más de seis derechos constitucionales, cuando te das cuenta que no tienes escapatoria o salvación.

Al menos Sasuke esperaba que estuviera consciente de eso, que supiera todo lo que había hecho, de todo lo que era absolutamente culpable.

Cuando Naruto empieza a narrar lo que ocurrió hace dos días, la tensión es demasiado fuerte. Él lo vivió desde un punto de vista totalmente diferente, Sasuke solo había visto el terreno, a Hinata tratando de matarlo a él y a sus hijos, no había podido pensar o ver más. Pero Naruto pudo narrar las calles, la desesperación que tuvo al llamar a la policía, el tiempo que esperó a que ellos llegaran a ayudar y que, aún así lo hicieron demasiado tarde, sin poder evitar que él y su hermano se interpusieran en un balazo y que Menma saliera herido, muerto. Narra el horror que sintió al verme tirado, llorando por el dolor que el golpe duro de Hinata me había provocado.

Cuenta como sintió que la vida se le escapaba cuando escuchó el disparo que ella había lanzado al aire y todo el horror que le embargó cuando se dio cuenta que su hermano estaba sangrando en el suelo.

-Eso es todo –susurra cuando termina, las palabras apenas le salen del nudo tan grande que se le ha formado en la mitad de la garganta.

Esto no es fácil para él, ni para nadie.

La jaqueca de Sasuke es demasiado fuerte cuando el oficial empieza a dictar la sentencia.

-La presente, Hinata Hyuga es declarada culpable por intento de asesinato, homicidio, intento de secuestro, portación ilegal de armas...

La voz se va desvaneciendo a los oídos del pelinegro, ya no puede concentrarse en nada todo son murmullos por aquí y por allá, nada claro ni palabras concretas llegan a su mente, el estómago se le revuelve y sabe que va a tener algún estúpido mareo por causa del embarazo, estos síntomas no se habían presenciado desde hace bastante.

Escucha unos grititos y no sabe si es porque la sentencia es larga o corta, o porque si alguien se está escapando, aunque siente dentro de sí que los grititos son porque él se está cayendo.

¿Se está cayendo?

Es que eso parece estar ocurriendo, ya no siente realmente los pies sobre el piso, trata de enfocar los ojos pero no puede, así que se deja ir y pronto todo es oscuridad.

***

Cuando vuelve a despertar siente que millones de ojos lo miran impacientes, incluyendo los de Naruto que lo observan con mucho miedo.

-¿Pueden salir? Va a necesitar aire fresco.

La voz es conocida y cuando logra abrir los ojos del todo se da cuenta que está en el hospital de siempre.

Sus hijos.

-Mi-mis b-bebés –tartamudea con dificultad, siente la garganta seca y los labios pesados.

EL FARSANTE -NARUSASU-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora