Capítulo 39

2.2K 237 28
                                    

Entró al pequeño cuarto temblando, tenía mucho miedo de volver a verlo; el doctor le había informado que desde que había entrado en coma no había presentado mejoría alguna, su cerebro seguía igual de inflamado y aunque sus heridas empezaban a sanar poco a poco, no mostraba algunas ganas de vivir. Pudo sentir como la sangre desaparecía de su cara al mirarlo tendido sobre la cama.

Un pequeño flashback inundó su mente: ese Menma sonriente y bronceado con una pequeña caja rosa entre sus manos, comprándole una preciosa camisa, su primera cita, ese momento en la montaña rusa y los momentos que vinieron después. Cuando él le propuso matrimonio. ¿Eso había sido una mentira? La propuesta lo era, él solo había querido casarse por dinero, más bien había sido obligado a casarse... ¿pero qué hay del café? ¿Y de la feria? ¿Todo ese día también fue una farsa?

-¿Alguien ha venido a visitarlo? –preguntó de repente. Tal vez Hinata...

-Su hermano vino ayer...

-¿Mi hermano?

El doctor soltó una risa –No, el hermano del paciente.

-Claro, Naruto.

-Se referirá a Menma.

-No –corrigió- Menma es el que está en coma.

-Señor Uchiha –pero después recordó como se había presentado Sasuke- perdón, señor Namikaze, creo que está confundido –le entregó los papeles que se encontraban a los pies de la cama.- este paciente está registrado como Naruto Namikaze.

Sasuke abrió los ojos al leer el papeleo ¡Falsificaron la carta médica!

-Maldito mentiroso –murmuró en voz baja.

-¿Disculpe?

-No, nada. Estaba hablando solo. ¿Podría dejarme con él un momento?

-Claro –sonrió.- regreso en unos minutos.

Caminó hasta poder posarse a su lado y tocó las pequeñas manchitas marrones junto a su oreja.

-Aquí están... -sonrió levemente y luego posó un beso en ellas.

Así que mientras Naruto era Menma, Menma era Naruto, le estaba empezando a doler mucho la cabeza.

Dos hermanos gemelos, cada uno haciéndose pasar por el otro, uno para escapar con su novia y otro por dinero... bien, esto empezaba a sonar demasiado telenovelesco.

Una lágrima recorrió el rostro de Sasuke, él maldijo en voz baja, odiaba estar tan sensible.

-Hola, Menma –empezó a hablar, sabía que él aún lo podía escuchar. Tal vez lo podía motivar para que despertase, era un sueño vago... porque no era a él a quien amaba, si no a Hinata, ¿Naruto también seguiría amándola a ella?

-Te extrañé mucho –continuó- Espero que estés soñando con algo muy bonito, pero –empezó a tartamudear- Menma y-ya es hora que despiertes, muchas personas te necesitan aquí –un sollozo demasiado fuerte escapó de sus labios. –Lo siento –se disculpó con él, y empezó a acariciar su pálido rostro- estás tan frío –musitó- yo sé que aún tienes tantas cosas por hacer, n-no puedes solo quedarte aquí Menma, tú tienes un futuro hermoso y... -frotó sus ojos- no estoy diciendo que será conmigo, tal vez con Hinata o con alguien más, será... será con quien tu decidas pero, por favor, por favor... despierta.

Empezó a admirar más de cerca su cara, afirmando una vez más todo: Naruto tenía lunares en su ojo y cuello, Menma solo en su perfil derecho.

Había sido tan ciego, él se había dado cuenta de eso desde un principio... pero ¿cómo podía haber sospechado? Apenas el día de San Valentín había podido recordar aquella tarde un poco antes de que él le pidiera matrimonio, fue cuando Menma había mencionado a Naruto, vagamente... pero lo había hecho.

EL FARSANTE -NARUSASU-Où les histoires vivent. Découvrez maintenant