Capítulo 37

2.2K 235 23
                                    

Despertó notando una caricia sobre su mejilla, marcando un vaivén suave y delicado.

-Perdóname –escuchó susurrar e inmediatamente reconoció quién era.

Naruto.

El nombre sonaba tan raro en sus labios.

Tan... diferente.

Se estiró un poco sintiendo como las caricias cesaban.

-Voy a llamar al doctor –escuchó, pero lo detuvo antes de salir.

-¿Dónde estoy?

-En un hospital –se encogió de hombros.- nuestra canasta de picnic no contaba con botiquín de primeros auxilios.

Sasuke no pudo contener la mueca de una sonrisa -¿de casualidad este es el hospital donde está Menma? –en coma, aún no procesaba eso del todo...

Naruto tensó su cuerpo, eso era un sí.

-¿Es un chiste o algo por el estilo?

-No, este era el hospital más cerca, no podía dejar pasar más tiempo.

-¿Ya lo has visto? –el negó. -¿Sabes al menos si está bien?

-Puede que jamás despierte...

El aparato que marcaba el ritmo cardíaco de Sasuke dio un pequeño chirrido.

Naruto hizo una nota mental: No soltar noticias fuertes sin que él esté preparado.

-Sasuke voy por un doctor...

-¡No! Necesito que me ayudes, debo salir de aquí y verlo.

-Acabas de desmayarte, Sasuke.

-Gracias por aclarar lo obvio –puso los ojos en blanco.

-Duele –pronunció él en tono bajo, casi inaudible.

-¿Qué?

-¿Qué de qué?

-¿Qué duele?

-Tu actitud.

-¿Ahora entiendes como me sentí?

-Sasuke te prometo que jamás quise hacerte daño.

-Si no hubieras querido, nunca hubieras aceptado.

-No era el que soy hoy cuando acepte.

-Eras, eres y seguirás siendo un mentiroso, tonto, y superficial farsante.

Naruto frunció el ceño, el amor dolía muchísimo cuando no era correspondido. Sentía que estaban encendiendo una llama en su interior y estaba incendiando todo... dejándolo hueco.

Pero él sabía que Sasuke sí lo amaba, solo estaba dolido y enojado.

-Si no me ayudas tú, yo mismo veré la forma de ir y verlo.

-Eres muy terco, Sasuke.

-Me importa poco lo que pienses de mí en estos instantes.

-Mi amor...

-No me digas así –gruño- ¿Sabes algo? Realmente no necesito de tu ayuda, llama al doctor si así lo deseas, pero después de eso quiero que te vayas, tengo suficiente dinero para pagar la cuenta yo mismo, aunque eso tu ya lo sabes, ¿cierto? Te casaste conmigo por ese motivo... -sus ojos se perdieron en algún punto de la habitación- como sea, solo vete de aquí. De verdad no quiero verte, firma los papeles de divorcio cuando te lleguen.

La historia se repetía, las mismas palabras que él le había dicho a Hinata, Sasuke se las decía ahora a él.

-Deberías mandarme a prisión. –comentó.

-No puedo- no quiero, te amo y no puedo verte tras las rejas, pero me hiciste daño. Sasuke reprimió todos esos sentimientos y conservó una mirada serena cuando lo único que deseaba era llorar.

-Claro que puedes.

-¿Y a quién denunciaría a Menma o a Naruto?

-A Naruto Namikaze –pronunció él, si no podía estar con Sasuke no le importaba pasar el resto de sus días en la cárcel.- falsificar una identidad, intento de estafa, falsificación de papeles salubres y de credenciales. Sería demasiado tiempo en prisión, demasiado tiempo sin vernos ¿eso es lo que quieres, no?

-No, no quiero enviar al hermano del hombre que amó a la cárcel.

-Tú no amas a Menma.

-Si lo hago, conviví mucho más con él que contigo. Quiero a Menma -dijo Sasuke.

Un pequeño músculo dio un tirón en la comisura de los labios de Naruto.

-No te creo.

-Naruto, ¿por qué me haces esto?

-Porque me estas mintiendo. Y porque te estás mintiendo a ti mismo.

-Sal de aquí.

-No –se impuso.

-El único mentiroso aquí eres tú, y más vale que salgas de aquí antes de que llame a seguridad.

-Creo que debes pensar en varias cosas, pero no puedes dejarme a mí sin respuestas Sasuke. Cuando analices y pienses bien, quiero que los papeles lleguen... una carta de amor, una carta con un citatorio para el divorcio o una carta para el juzgado junto con mi orden de arresto.

-No puedes exigirme eso, lo único que te mandare va a ser a dos señores a que te den una buena paliza.

-Bien, entonces también esperaré por eso.

Se acercó un poco, provocando que Sasuke se alejara involuntariamente.

-Te amo –le dijo y salió por la puerta, se quedó ahí unos minutos, los suficientes para escuchar cómo su esposo, su Sasuke se echaba a llorar.

Era un monstruo.

Un asco.

De verdad merecía esa golpiza.

Después se dirigió al siguiente piso, era hora de saber el verdadero estado de Menma.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Hola, ¿qué tal les pareció el capítulo? 🤔

Muchas gracias por leer 😊

Sigue -->

EL FARSANTE -NARUSASU-Where stories live. Discover now