EL FARSANTE -NARUSASU-

Capítulo 41

Itachi abrió los ojos y se puso tenso de repente, tomó la mano de su hermano y empezó a masajearle los nudillos.

-¿A qué te refieres con que crees? –preguntó después de un tiempo.

-A que no estoy seguro –él puso los ojos en blanco.

-Eso ya lo sé, Sasuke. Me refiero a qué te hace dudar.

-Sabes que yo siempre he sido de buena salud.

-Eso pasa a veces, ¿no? Ya sabes últimamente estás pasando por muchos malos cambios.. –pasó las manos por su cabello desordenandolo, ¡Por Dios! Su pequeño hermanito, ¿embarazado? Naruto solo había llegado a dejar desgracias.

Sasuke asintió- Sí, pero yo siempre he sido sano en todo, además ya casi son dos semanas...

-¿No será la andropausia? –él le dio un golpe en la cabeza.

-Tengo 25 años, Itachi. ¡No seas ridículo!

-Tal vez es porque no te has alimentado bien, Sasuke. Has bajado más de 3 kilos, no comes, ni bebes nada. Te estás volviendo el fantasma de Sasuke Uchiha, todo por culpa de él –escupió resentido y Sasuke se encogió en su asiento.

-No creo que sea eso... -musitó. Aunque había una leve posibilidad, él estaba casi seguro de su embarazo.

-Veremos cuando aterricemos en Tokio, inmediatamente iremos a un hospital.

***

-¿El señor Namikaze? –se escuchó por encima de la sala y Sasuke se levantó de su asiento mientras levantaba su mano y tomaba la atención de la enfermera.

-Puede pasar ya, el doctor lo está esperando. –le dedicó una bonita sonrisa y fue cuando Itachi también se paró de su asiento.

-¿Por qué te registraste con ese nombre? –murmuró con la voz fría. Su hermano de verdad estaba enojado con los Namikaze, él también debería estarlo... debería.

-Porque aún no me he divorciado.

-Podrías usar tu nombre de soltero si así lo desearas. -Sasuke hizo una mueca y se dirigió hacia el consultorio.

-Preferiría entrar solo –dijo cuando estaban frente a la puerta.

-Está bien, te espero aquí. –le dio una sonrisa cariñosa y Sasuke se adentró en la habitación.

Después de un tiempo y varios análisis minuciosos, Sasuke pudo escuchar como el doctor le pedía que esperara unos minutos mientras los resultados salían. Él empezó a ponerse realmente nervioso, además del examen de embarazo le habían sacado un poco de sangre para examinarla y no sabía que le daba más miedo, tener anemia o tener un bebé...

Estaba solo. Solo sin nadie que pudiera ayudarle con un hijo.

Un hijo.

¡Por el amor de Dios! Un hijo de Naruto.

Del estafador, traicionero y farsante, Naruto Namikaze.

Del hombre que le quitó su virginidad haciendose pasar por su hermano gemelo, que se ganó su corazón mintiéndole, que estuvo con él solo para estafarlo.

Si el resultado daba positivo, ¿le diría a Naruto? ¿Y cómo rayos reaccionaría él? Lo mejor era no decirle nada, era mucho mejor criar a un hijo solo, que estar solo sabiendo que Naruto sabe que tiene un hijo y no quiere hacerse cargo de él...

Casi podría apostar que él le daría la espalda. Podía ver aún la cara de horror de él mientras le planteaba la posibilidad de embarazarse...

Él se había puesto pálido, como muerto. Casi se había ahogado del horror.