ʜᴇᴀʀᴛʙᴇᴀᴛs ᴏғ ᴀɴ ᴀɴɢᴇʟ; ʜᴡᴀɴɢ ʜʏᴜɴᴊɪɴ

ᴅᴏs

ᴀɴɢᴇʟ

ᴄᴏʀᴇᴀ ᴅᴇʟ sᴜʀ.

Sostuve entre mis brazos aquel ramo de gardenias. Exactamente como dijo aquel chico el día de ayer, tuvo un descuento que me hizo ahorrar bastante en realidad.

— Gracias por venir, mi madre estará muy contenta— hice una pequeña pausa cuando sentí el brazo de Minho posarse alrededor de mis hombros mientras caminábamos — Por alguna extraña razón, ayer se encontraba muy nostálgica. Tanto que me hizo sentir igual.— solté una corta risa al recordar cuando nos encontrábamos llorando ambas.

— Tal vez solo te extrañaba— argumentó el proveniente de este pequeño y cálido abrazo.

— Concuerdo con él, Min— su voz grave se escuchó ante todos y era más que obvio de quien se trataba. No necesitaba buscar el rostro de aquella persona.

Me encogí de hombros. Probablemente era eso, pero ahora que todos iban a verla, aunque sabía que no los dejarían entrar a la vez a la habitación. Solo importaba que estaba muy ansiosa por ver la sonrisa de mi madre.

Cuando entramos al hospital, esperamos en la sala ya que aún faltaban unos minutos para que el horario de visitas comenzara.
Mientras tanto, Jisung y Minho jugaban con sus celulares. Seungmin y Jeongin estaban mirando algo en el celular del menor, y Félix trataba de hacerme plática, pero yo solo miraba el reloj desesperadamente.

— ¿Tienes las ecuaciones de matemáticas?— preguntó algo preocupado — No logro entender aún cómo hacer un par de ellas ¿crees poder ayudarme más tarde?— me miró esperando respuesta.

Giré mi rostro y le sonreí — Sí, está bien— otra vez mis ojos en la puerta de aquella habitación al fondo del pasillo — Podemos hacer videollamada con Seungmin, así todos hacemos la tarea juntos.— concluí.

— Gracias Min— su tono de voz bajó.

Asentí una vez más con mi cabeza y de golpe me levanté cuando noté como un montón de enfermeras corrían hacia la habitación de mi madre.
Quería correr igual hacia allá, pero la voz de Minho al detenerme me hizo quedarme quieta.