ʜᴇᴀʀᴛʙᴇᴀᴛs ᴏғ ᴀɴ ᴀɴɢᴇʟ; ʜᴡᴀɴɢ ʜʏᴜɴᴊɪɴ

ᴠᴇɪɴᴛɪsɪᴇᴛᴇ

ʜᴇᴀʀʙᴇᴀᴛs

ᴄᴏʀᴇᴀ ᴅᴇʟ sᴜʀ.

El rubio estaba ahí parado.
Me sentía extraña con solo verlo después de lo ocurrido la noche anterior. ¿Debería hablarle como si nada? Quien sabe si él quiera dirigirme la palabra aunque sería muy idiota de su parte no hacerlo.

Caminé lentamente al notar que este no me había visto aún. Ni siquiera sabía que hacía en aquel mismo lago, aunque tampoco sabía que estaba haciendo yo ahí.
Mis pasos se hicieron más pesados cada vez, me daba cierto temor pararme a su lado e incluso me daba miedo la idea de iniciar una conversación de la nada.

— Ey, Hyunjin. Hol-

Intenté tocar su hombro, pero algo extraño pasó.
Simplemente se esfumó. Hyunjin ya no estaba ahí parado frente a mí.
Entré en pánico y miré a todas partes en busca de él ¡Porque, vamos! Yo lo vi justo ahí. Estaba observando el lago, él estaba ahí.

Mierda, creo que estoy perdiendo la cabeza.
Entonces ¡Ahí está! El rubio me estaba mirando con aquellos ojos recriminatorios y yo solo troté sonriente de verlo por fin. No era mi mente fallando, solo lo había visto en otro lugar.

Caminé con la intención de hablarle, pero él me extendió su brazo, su mano, sus dedos rectos como si me pidiera que tomara de él.
Me detuve en seco a la distancia perfecta como para extender mi brazo al igual que él. Eso hice, mis dedos intentaron tocar los suyos, pero fue inútil.
Parecía ceniza. Parecía un ligero humo desvaneciéndose con el suave viento del día de hoy.

Hyunjin no estaba. Hyunjin ¿se ha ido?

— ¡No te vayas aún!— grité en un ataque de pánico cuando noté que ya no había nadie a mi alrededor. Ni siquiera el rubio estaba nuevamente. Solo se trataba de mí. De mí llorando porque sentía aquel enorme vacío que sentí cuando perdí a mamá — ¡No te vayas, por favor!— mis lágrimas eran tantas que no sabía de donde provenían todas.