ʜᴇᴀʀᴛʙᴇᴀᴛs ᴏғ ᴀɴ ᴀɴɢᴇʟ; ʜᴡᴀɴɢ ʜʏᴜɴᴊɪɴ

ᴄɪɴᴄᴜᴇɴᴛᴀ ʏ ᴄɪɴᴄᴏ

ʜᴇᴀʀʙᴇᴀᴛs

ᴄᴏʀᴇᴀ ᴅᴇʟ sᴜʀ.

Hyunjin

Me sorprendía el hecho de que Minseo no tocara el tema en todo el camino que llevábamos recorrido.

Es más, ni siquiera tenía alguna expresión en específico, ella solo tomaba de mi mano como una niña pequeña aferrada a mí. Pero yo no me quejaba, esto era relajante e igual no sabría como tomar el tema sobre Minho con ella.

— ¿A dónde piensas ir?— por fin escuché su voz y su agarre se hizo más fuerte. La miré y ella tenía su mirada puesta en mí — Parece que no sabes a donde vamos.— rió por lo bajo, pero parecía que realmente no le preocupaba eso.

Sonreí — ¿De verdad no recuerdas este lugar?— me burlé y negué — Tú me trajiste por aquí hace tiempo, incluso no está muy lejos de tu casa.— me solté de su mano y le señalé aquel camino estrecho.

La mirada de Minseo divagó un poco, solo hasta que la sorpresa en su rostro se hiciera presente. Era aquel lago, aquel pequeño parque, aquel lugar donde la besé por primera vez y hasta hoy en día no me arrepiento de haberlo hecho.

— ¡Nuestro lugar!— gritó emocionada mientras caminaba hacia la orilla del lago.

Sonreí emocionado. Mis mejillas estaban tibias al escuchar "nuestro lugar" — ¿Nuestro?...— susurré mientras la seguía a paso lento. Min me miró y me hizo señas para que me acercara. Eso hice sin ningún reproche — Hoy el agua es muy nítida.— dije como si nada y ella asintió con su cabeza.

Unos minutos en completo silencio, escuchando los grillos escondidos entre los arbustos. Notando como poco a poco la noche caía y los peces se perdían de nuestras vistas, ya que cada vez estaba más oscuro aquí.

— ¿Eso es una luciérnaga?— la escuché hablar y miré a donde ella señalaba. Asentí sorprendido. Había no solo una, varias y eso hacía que su luz brillante se reflejara en el agua — Que lindo...— terminó por susurrar.

No dije nada, en cambio intenté comenzar a hablar sobre el tema de Sun pero me costaba concentrarme — Tenía que llevarte a mi casa ¿lo recuerdas?— me miró y asintió — La persona que te tengo que presentar llegará un poco tarde, por eso quería traerte aquí mientras tanto— Minseo no pronunció ninguna palabra, pero notaba la atención que mantenía en mí. Se acercó un poco más y sonrió con confianza — Me gustan tus ojos.— afirmé sin pena, en realidad eran hermosos. Ella lo era y no me costaba admitirlo. Quería besarla.

Hizo un ruido con su boca al mismo tiempo que asentía firme con su cabeza — Y a mí me gustan los tuyos— terminó por reír — ¿Quieres que nos digamos lo que nos gusta del otro?— no me dejó contestar — Me gustan tus cejas. ¿Es normal tenerlas así de lindas?— ella negó — Solo es cosa de ti, únicamente tus cejas son lindas y combinan contigo— hizo una pausa mientras yo sonreía por todo aquello — Me gusta tu nariz, no hay nada que decir, simplemente es adorable— afirmó con su cabeza — Me gustan tus labios...— paró de hablar enseguida mientras me miraba a los ojos de manera tierna.

— ¿Te gustan mis labios?— pregunté sonrojado. Quería verme normal, tranquilo como ella, pero todo esto me ponía nervioso, tal vez indefenso. ¿Qué más quería decirme?

Asintió — Voluminosos— soltó de la nada — Eso son y realmente me gustan mucho.— susurró haciendo notar que esta vez, ella sí estaba nerviosa.

Sonreí — ¿Debería decirte qué me gusta de ti?— me incliné lento hacia su rostro — ¿O tal vez debería de dejarlo para otro momento?— susurré cerca de sus labios, pero ella no retiraba sus ojos de los míos.

— ¿Tienes tiempo?— susurró de una manera... ¿pícara? Sonreí. Tiempo para ella tenía de sobra.

Besé sus labios lentamente y ella lo estaba esperando tanto como yo. Sus brazos se colocaron sobre mis hombros y sus manos levemente frías acariciaron mi nuca, logrando que me diera un escalofrío.

No sabía como actuar yo, solamente no quería tocarla sin su consentimiento o hacerla incomodar con cualquier estupidez.
Entonces Minseo bajó sus manos y agarró las mías mientras se separaba de mi rostro.

— ¿Te quedarás quieto?— se burló y yo solo me encogí de hombros — Tienes mi consentimiento, Hyunjin.— colocó mis manos alrededor de su cintura y ella volvió sus manos a aquella posición de antes.

— Perdón...— susurré apenado pero ella solo negó con una sonrisa adorable.

Acerqué mis labios a los de ella. Me sentía como un tonto ahora, tanto que me daba vergüenza simplemente continuar aquel beso.
Minseo se encargó de hacerme sentir en confianza, aunque deseaba que eso fuera de ayuda, mi mente no paraba de recordar lo de hace segundos.

Bastó con unos segundos más, solo hasta que se intensificó el beso, para sentirme en confianza y olvidarme de todo. Ahora solo se trataba de ella y yo. No de nada más. O eso creí.

Minseo

Las manos de Hyunjin estaban más relajadas, las tenía aún en la misma posición en las que las puse hacer un rato y eso me daba un poco de ternura.
Yo jugaba con el cabello suave y un poco largo de él.

Sentía su respiración cansada de vez en cuando, pero eso no le impedía a continuar después de una corta pausa.

Unos segundos después, sonó su celular.
Hyunjin se separó de regañadientes y yo solo me quedé quieta viendo como sacaba su celular de su bolsillo.

— ¿Sun?

¿Sun?

— ¿Estás en mi casa?— continuó hablando pero era evidente que yo no entendía nada — Bien, espérame ahí, voy en camino— y colgó para verme ahora — Vamos a casa ahora sí.

Se levantó y me ayudó a mí también.
Tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos. Entonces nos encaminó hacia la salida de aquel silencioso lugar.

— ¿Tienes visitas?— intenté hacer platica durante el camino, ya que íbamos algo deprisa, pero el silencio era ensordecedor.

El pelinegro me miró solo unos segundos y volvió su vista al frente — Sí, la persona que te iba a presentar ya llegó— hizo una pausa — Se llama Sun. Jung Sun.— dijo sonriente y yo asentí con una pequeña sonrisa igual.

— Lindo nombre.— susurré y él en cambio asintió igual de sonriente que antes.