LA FUERZA DE LA VERDAD

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Con el estilo oscuro que tanto él como sus amigos habían adquirido y un verano lleno de tiempo libre, comenzaron a jugar a 'Cuarto milenio'.

Cuarto Milenio era el nombre de un programa de televisión donde antiguamente se hablaba constantemente de fenómenos paranormales. Buggie no creía demasiado en las fuerzas del más allá ni en los temas esotéricos: Piedras, rituales, velas, etc pero, el misterio era algo que siempre había superado su curiosidad por saberlo todo.

Ese verano se basó en descubrir alquerías y pequeñas zonas donde se rumoreaba ver u oír cosas fuera de lo normal. Dibujos, sombras, voces, objetos cayendo o moviéndose, sonidos de los mismos, etc, eran cosas por las que sentían una gran admiración. La sensación de intriga como si formasen parte de una película de suspense les invadía.

Bajaron por terrenos repletos de maleza para entrar en una pequeña casa en ruinas que contenía dibujos satánicos con el fin de ver algo más, aunque en ese momento no lo lograron.

Recorrieron las afueras del pueblo incluso en ocasiones llegando a zonas que quedaban prácticamente fuera del mismo en busca de más edificios abandonados donde habían oído rumores de sonidos.

Se plantearon acudir incluso con grabadoras y dejarlas en una diminuta ruina abandonada en una pequeña alquería con tal de presentar la grabación a ese mismo programa para que analizasen de qué se trataba.

Las caminatas por los huertos de la casa de campo de Meny donde solían pasar bastante tiempo en verano cundían al ver una casa que reflejaba una silueta alguna vez que otra en las ventanas encendiendo y apagando las luces.

Pero, la aventura más significativa para el joven adolescente no fue sino la asistencia a unas ruinas donde pudo sentir el fuego y la presión por primera vez.

En un sitio no muy alejado de la casa de Amy donde siempre ocurrían cosas extrañas, sobre todo entre sus huertos donde la oscuridad era protagonista en las horas de menos luz, poca visión la cual aprovechaban para asustar y bromear con sus amigos en halloween, hacía días que tenían en mente visitar una casa de, seguramente alguna persona adinerada.
La casa contaba con un antiguo jardín que la rodeaba ahora ya convertido en malas hierbas, 3 escalones que daban paso a la entrada de ésta y una casa de dos pisos bastante grande. 

Comenzaron a entrar saltando el muro que la rodeaba ya que la puerta de rejas tenía una vieja cadena atada a un viejo candado que impedía su acceso.

Todos entraron menos 3: Meny, Anne y Buggie que decidieron hacer caso a las supersticiones de Meny.

- Yo no voy a entrar, noto algo malo ahí dentro.

La curiosidad de Kenneth por entrar y averiguarlo era bastante grande pero, por otra parte, decidió quedarse fuera al comprobar las palabras de su prima.

- ¡Me arde la mano! - Decía mientras colocaba la mano en el muro.

- Es normal, seguramente sea porque el sol haya dado primero a la piedra, hace calor.

- No lo se, es extraño, me lo noto muy concentrado, solo en la palma de la mano y sube. - Decía ella asustada.

Posicionó su mano contra el muro y pudo sentir un núcleo de calor en la palma muy extraño que comenzó a recorrer el interior de su antebrazo derecho. Lo cambió de sitio con el fin de comprobar la veracidad de lo que ocurría dos veces, pero la sensación se acentuó aún más. Eso le hizo quitar rápidamente su brazo, mirar a Meny y confirmar su decisión. Sus ganas de ver el interior de aquello frente a lo que había sentido al tocar sus paredes luchaban al mismo tiempo.

Mientras tanto, el resto exploraba dentro pero no tardaron mucho más en salir mientras confirmaban haber visto o sentido cosas extrañas.

Los de fuera ayudaban a salir más rápido a las personas que habían entrado y mientras hablaban de lo sucedido, cuando estaban a tan solo un par de metros de las ruinas, algo fuera de lo normal, totalmente inesperado comenzaba a mostrarse ante los que más habían desarrollado la sensibilidad hacia temas paranormales:

- ¡Quítamelo, quítamelo! -Gritaba Meny quien iba al final de la cola, detrás de todos junto a su primo.

- ¿El qué? ¿Qué pasa? -Preguntaba totalmente fuera de lugar.

- ¡Quítamelo! ¡Aquí, aquí, rasca! -Insistía histérica mientras señalaba su hombro haciendo un gesto de arrancar algo con su mano.

Buggie no entendía nada pero se limitó a imitar el gesto que la joven pedía sin preguntar ni alargar más el asunto.

- ¿Ya está? ¿Se ha ido ya?

- Mmm... Sí, creo que sí.

Mientras Meny se adelantaba un paso para comenzar a ir con los demás, ahora era Kenneth quien la frenaba asustado:

-Meny... -trataba de decir venciendo a su miedo.- Me aprieta.

La chica volvió al lado del joven.

- ¿Qué te pasa? ¿Dónde te aprieta?

- Aquí, en el brazo. ¡Quítalo rápido, me va a cortar la circulación!

La presión que sentía cada vez era mayor, realmente estaba asustado.

Esa tarde-noche llegó a casa llorando mientras le contaba a Frida lo ocurrido:

- Y tu, ¿Para qué te metes en esos sitios? - Comentaba su madre de forma totalmente desconcertada.

- No se, me gustan pero me he asustado mucho.

El llanto le salía sin saber el motivo. El nervio a veces sale por donde menos lo espera y fue desde entonces cuando la sensibilidad de Eiden y su conexión con el más allá comenzaron a potenciarse a cada acto, en cada situación, cada día que pasaba.

DESDE OTRO PUNTO (YA EN Amazon Kindle)Where stories live. Discover now