UN PASO ADELANTE

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Nuevos aprendizajes. Más esfuerzos y nuevos problemas corrían a cargo del pequeño. Esta vez, algo que nunca jamás nadie, ni siquiera ahora se pudo explicar aunque, bueno, quizá más que un problema podría ser una virtud.

Pasaban los meses, Derek iba entrando en la edad de comenzar a tener sus primeras caídas mientras intentaba caminar, pero este niño nuevamente era distinto, pues él se negaba incluso a levantarse. Su madre le ayudaba cogiéndole de las pequeñas manitas pero aquello parecía tener algo más detrás. Derek empujaba hacia abajo y se negaba a caminar.
Tocaba visitar al médico tras las dudas de Frida como madre primeriza pero no hubo explicación válida para ella. Varias visitas a varios médicos, incluso revisaban sus pies pero todas las respuestas tenían algo en común cuando surgía este diálogo:

-Mire, doctor. Es que el niño no quiere andar ni ponerse en pie. Está ya en la edad pero no hay manera. -Decía Frida preocupada.
- Tranquila, el niño está bien, sus piernas y sus pies también. No se preocupe, cuando se sienta seguro, él mismo caminará.

Aquellas respuestas no convencían mucho a una madre inexperta, era lógico pero cuando Derek cumplió 13 meses pasó algo inesperado para sus padres:
El salón de su vivienda tenía un espacio no muy extenso entre dos sofás puestos en dos paredes diferentes, justo formaban una "L" aunque mantenían la distancia de la puerta de entrada de aquella habitación. Sus padres charlaban tranquilamente, cada uno sentado en un sofá distinto mientras Derek jugaba en el suelo pero, durante la conversación pudieron apreciar como el niño comenzaba a ponerse en pie, se agarraba del reposa-brazos de uno de los sofás y comenzaba a dar pequeños pasos hacia el otro sofá apoyando su mano en el otro reposa-brazos. El matrimonio quedaba perplejo mientras su hijo no dejaba de ir de sofá en sofá feliz y despreocupado y en voz baja susurraban:

- ¡Mira, está caminando! -Dijo Franc sorprendido totalmente por los primeros pasos de su hijo.
- ¡Shhh! Disimula. Vamos a hacer que no le vemos, sino es posible que se sienta observado y deje de hacerlo. -Consideró aportar Frida.

Continuaron con su conversación mientras miraban a Derek con disimulo y éste seguía paseándose en línea recta, ida y vuelta, cogiéndose y soltándose de los reposa-brazos de ambos sofás.

Y así fue como el pequeño comenzó a caminar y desde entonces ya no paró.
Efectivamente, los médicos tenían razón. La inteligencia del niño pese a su temprana edad le hacía percatarse que sus piernas no estaban preparadas para dar sus pasos de forma firme y segura. Digamos que a este chico siempre le gustó dar los pasos así: Seguros, por lo que siempre que ha intentado algo, era por el simple hecho de estar convencido de quererlo.

¿Sería un alma vieja?

Fuere lo que fuese, ahora tendría su primer tropiezo con su nuevo amigo.
Los padres de Derek acogieron a un pequeño e inocente hamster el cual tenía mucha paciencia. Al niño le gustaban tanto los animales que llegaba a sentir real rabia hacia ellos, pero no una rabia malvada, sino una rabia que recorre tu cuerpo cuando algo es demasiado bonito. Así que descargaría ese estado metiendo la mano en la jaula a diario para coger y apretar como nunca a aquel roedor o quizá lo haría para que no se escapase:

- Suelta al hamster. No le aprietes tanto que te morderá. -Le repetía Frida casi a diario. Pero el instinto de su hijo era mayor.

Su pobre mascota dejaba caer sus deposiciones a raíz de los apretones de éste niño pero, pese a todo, nunca le haría nada. ¡Menuda paciencia debió tener el pobre animal! Hasta que un día Frida tuvo que regalar aquel hamster a su vecina de forma urgente y correr con el niño al médico: Un mordisco en el dedo de Deck haría llorar de dolor al "cariñoso" dueño:

- Ay, mira que te lo dije. No le aprietes que te morderá. Ahora te tendrán que pinchar porque es una rata y te puede pegar algo. 

Y así fue, un pinchazo y un buen toque de atención por parte de su madre hizo que no tuviese más mascotas, al menos, por el momento ya que Franc era adicto a tener animales en casa y seguro vendrían uno tras otro.

¿Qué más podría pasar?

DESDE OTRO PUNTO (YA EN Amazon Kindle)Where stories live. Discover now