FINAL FATAL

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Aquel día, sonaba a despedida:

"15 de Septiembre de 2008,

Hoy nos vamos a un pueblo cercano. Pese a que he viajado mucho más lejos, como no he ido muchas veces, ¡Me parece que está lejísimos! Me frena un poco para pasar la noche pero mis amigos dicen que el taxi solo son 7 euros. Suena cerca y bastante económico a pagar entre todos aunque sigo un poco frenado pero habrá que ir, una noche con skate y conciertos suena tentador, además, somos unos grupis del grupo Puk2 y este año les estamos siguiendo a todos sus conciertos.
Esta noche tocan junto a The Taste of Tragedy entre otros que, por supuesto, también nos encantan. A decir verdad, necesitamos poco para armar bulla. El tema ahora es: ¿Cabremos todos? Jaja.

Pese a que me pone un poco nervioso viajar y más sin saber a dónde (aunque si lo se pero no lo tengo muy visto), nos vamos hacia Burriana, ciudad de inicio de varios de estos grupos ya que salieron del colegio Salesianos y siguieron hasta llegar hasta aquí y quién sabe hasta cómo de lejos."


La noche se llenaba de música, pruebas de sonido, guitarras, bajos, baterías y voces sonando por todo lo alto mientras los adolescentes hacían skate en rampas portátiles pequeñas al lado del monumento en forma circular a modo de escenario donde actuaban.

A Buggie le gustaba lo que veía. Él también patinaba, aunque no lo hizo aquel día. Siempre ha sentido gran admiración por los deportes, sobretodo de tabla: Surf, Skate, Snowboard, etc.
Disfrutaba viendo todo aquello acompañado con música de su estilo de fondo, sus amigos disfrutando con él y todos vestidos de negro y con corbatas, tipo 'emo'.

Estaba claro que la música y el buen rollo corría por las venas de esos chicos y que aquel concierto con quienes ya conocía y cruzaba palabras artísticas lo iba a disfrutar como el que más, a decir verdad, todos los jóvenes que acudieron lo gozaron a lo grande.

Nota tras riff, canción tras grupo, salto tras empujón, risa tras broma, amigos y gente que se juntaba sin mala intención,... Y las horas pasaban sin darse cuenta y su canción favorita del disco 'Famiglia' de aquel grupo, "Final fatal", se cantaba a pleno pulmón:

"Empieza a gritar,
No importará si es el principio o final,
DE ES-TA NO-CHE,
No hay marcha atrás,
Ni frenos que pisar,
Aunque acabe en final fatal."

Una canción muy a juego con su realidad. Todo parecía estar preparado a sabiendas de lo que estaría a punto de ocurrir y disfrutar a lo grande antes, era la clave.

Esa noche, para acudir al concierto, Eiden se presentaba vestido en un estilo emo elegante. Llevaba el pelo engominado, con el flequillo despuntado por la frente y su piercing en el lado inferior derecho del labio, una camisa abotonada con el cuello al descubierto adornado con una corbata ancha color negro, unas bermudas abrochadas por un botón y una cremallera a nivel del borde de los glúteos donde a penas había ya cadera con una cadena enganchada en la trabilla del lateral derecho del pantalón hasta la trasera, un cinturón de tachuelas blancas y negras colocado en diagonal sujetado tan solo por la trabilla frontal y fijado simplemente con la presión y unas Converse All Stars color negro y suela blanca de tela blanda en forma de botín con los cordones blancos pintados por él con cuadrados negros a juego con el cinturón.
Un estilo común en aquella época que Emily le enseñó a crear y combinar y con el que, al igual que el resto de personas de su entorno, compartía y gustaba.

La juerga terminaba, al día siguiente los integrantes del grupo Puk2 tocaban en el pueblo del chico de, ahora ya, 19 años y otro concierto en horas diurnas al nivel de la tarde esperarían con ilusión. Lo que nadie sabía era que la cuenta atrás había comenzado, el cronómetro no paraba y la hora programada en el camino del destino estaba a punto de llegar y hacer sonar la alarma.


DESDE OTRO PUNTO (YA EN Amazon Kindle)Where stories live. Discover now