MUNDO FRIKI

22 6 5
                                    


Cumpleaños de Amy, cena en un restaurante chino, su comida favorita. Tras pasar un día estupendo en la piscina del padre de la joven de estilo gótico, los amigos decidieron acabar el día vestidos como ella: de negro, con cadenas, pinchos, raya en los ojos y todo lo que tuviesen para imitar el estilo rockero / gótico de Amy,

Aunque ella no sabía ni esperaba para nada lo que le tendrían preparado sus amigos aquella noche, Derek ya comenzaba a tener sus primeros desvíos en su estilo rapero. Tenía una novia gótica y algunos rollos más del estilo, pues le gustaba jugar a varias bandas, Amy mostraba continuamente sus grupos favoritos y también algunos amigos más. El primer grupo que a él le hizo sentirse confuso, no fue de lo más rockero, de hecho se trataba de Busted, un grupo de, en aquel entonces pop-rock, pero, el hecho de llevar más instrumental que el rap o el hip-hop le hizo nuevamente torcer su hocico mientras no entendía aquella música. Para él, era demasiado fuerte pero después de aquel cumpleaños, algo había cambiado:

Un pelo peinado con gomina como siempre pero esta vez no sería solo un estilo de punta, sino que se "disfrazaría" dando forma a 3 crestas, una a la derecha, una en medio y otra a la izquierda. Su única camiseta de manga corta, ya que era Julio, de color negro con un tribal blanco en la zona frontal. Unos pantalones largos, llenos de bolsillos color negro. Un cinturón con el restante caído color negro con tribales blancos a juego con la camiseta y unas Converse de color negro fueron los que aquella noche marcarían un antes y un después en la vida del joven.

Su pareja a distancia, pese a que solo conocía la personalidad de Eiden, le enseñaba como combinar la ropa y generalmente lo hacía en un estilo emo, incluyendo corbatas caídas y pantalones algo más ajustados que un rapero, por supuesto pero siguiendo su estilo de llevar medio culo fuera, sus amistades le halagaban, su música se volvía más fuerte apuntando desde el feliz punk-rock hasta lo que en aquel entonces también le encantaba: Death metal, así que entre cedés y un nuevo estilo, también adquirió su nuevo hobbie: Su guitarra.

Con este estilo ahora tan variado, aunque todavía conservando su look rapero y con sus amigos frikis, grupo compuesto de varias personas como él, en proceso de cambio, comenzaron a descubrir el mundo del manga y del anime con lo que antes de terminar el curso, como siempre un par de meses antes, el instituto preparó una visita al Salón del Cómic de Barcelona.

Cuando llegaron, comenzaron su escapada en grupo con los profesores hasta que, llegada la hora de comer les dejaron ir por libre, cada uno con quien quisiese pero sin alejarse demasiado del lugar. Buggie y sus amigos decidieron ir a comerse su bocadillo al muelle, sentados en la plataforma de madera que caía justo encima del mar con los pies colgando y sin miedo alguno a resbalarse.

Comentaban con la boca llena, mientras comían, claro, ellos necesitaban hablar y hacer bromas todo el tiempo:

- ¡Con la boca llena no se habla! -Dijo alguien para cachondearse de la situación.

Y todos comenzaron a acentuar su complicada pronunciación mientras daban bocado tras bocado.

Ya habían cantado canciones a pleno pulmón de la programación de Cataluña por toda Barcelona durante su visita como por ejemplo una popular serie de dibujos animados de Japón: Doraemon. La comida en el muelle fue muy divertida sin lugar a duda pero todavía no habían acabado. Un paseo por las famosas ramblas de la ciudad llena de mimos y personajes que se movían con la escucha de una moneda en el bote, despertó la curiosidad de aquellos chicos. Durante su paseo, un camarero que se encontraba por aquella zona les vio:

- Hey, chicos, ¿Queréis ver lo que hace el drácula?

Al principio observaron sin saber por donde tirar pero pronto se animaron a participar con aquel camarero:

- Tomad. - dijo mientras les daba un puñado de monedas de 1 céntimo. -Cuando escuche el sonido de la moneda se levantará, lo vais haciendo hasta que se os terminen las monedas, veremos su cara cuando vea que solo tiene moneditas de un céntimo.

Hoy podríamos pensar que aquello era una putada para aquel hombre que buenamente se estaba ganando la vida pero en aquel entonces, para unos chicos de 16 años era un acto totalmente inocente y hecho sin mala fe. Así pasaron un rato, tirando las monedas que les dio aquel camarero, también un tanto canalla hasta que creyeron oportuno aplicar su frase: "Bueno, como broma ya estará bien."

Siguieron su paseo por la prestigiosa Barcelona hasta que el reloj avisó que era hora de reunirse con los demás para entrar al gran Salón de cómic. Allí conocieron a muchos de sus personajes favoritos, les entregaron dos bolsas de plástico grandes con cómics y demás cartelería publicitaria de cada serie. Sin duda, fue una experiencia que desearon no terminar.

Quedaron afónicos con sus cantos e himnos del equipo catalán, se lo pasaron genial caminando por las calles de aquella ciudad, visitaron el templo del manga, ... Algo tan inocente hacía que en aquellos tiempos fuese de lo más travieso y divertido.



DESDE OTRO PUNTO (YA EN Amazon Kindle)Where stories live. Discover now